Hay historia que traspasan las fronteras del deporte. Y la de Carlos Cabezas Jurado (Málaga, 14 de noviembre de 1980) es una de ellas. El base malagueño, uno de los mitos de baloncesto en la ciudad, cuelga las zapatillas. Lo hace rodeado de cariño, tras una carrera longeva con multitud de título y de camisetas en su vitrina. Un reguero de pasión y de amor por el deporte de la canasta que dirá adiós definitivamente el viernes, vestido de verde y con el 10 a la espalda contra el Real Madrid en el Trofeo Costa del Sol en el Carpena.

El guiño del club de Los Guindos es notable y reseñable. Despide a uno de sus mitos con honores. Y retirará el número 10 en un futuro no muy lejano, cuando el Carpena en plenitud de facultades pueda rendir el sentido homenaje que Carlitos se merece.

En una sala de prensa del palacio malagueña abarrotada, con sus familiares y amigos, Cabezas dijo adiós. Lo dice a sus 40 años, después de competir en Uruguay por ganar el título nacional y tras sumar títulos de pedigrí como la Liga ACB, la Copa del Rey, la Copa Korac -todos ellos con el Unicaja- o el Mundial sub’20, el Mundial absoluto (2006) o el Eurobásket (2009) con la selección española, formando parte en los inicios de una selección de leyenda.

Cabezas, visiblemente emocionado, leyó en primer término un comunicado. “Algún día tenía que llegar y hoy anuncio mi retirada. Cuando entrenaba con mi padre en Marbella no me imaginaba llegar tan alto. He tenido la suerte de hacer lo que me gusta estos años. Agradecer especialmente el apoyo de mi familia por los valores que me han dado. Dar las gracias especialmente al Unicaja, club al que seguía desde niño y que fue mi casa. Y a la sección española. Puse mi granito de arena para que fuera una referencia mundial”, dijo en primera instancia. 

“Mi padre trabajó mucho conmigo desde pequeño para enseñarme este juego. Agradecer a Bernardo Rodríguez. A Maljkovic, a Scariolo a Pepu Hernández por confiar en mí en el Campeonato del Mundo. A los cuerpos médicos. Y a Toa Paterna y José Luis Abós. No puedo olvidarme de los compañeros. Dejo muchos amigos en la cancha. También a los medios, que me han tratado con cariño y respeto. A mis representantes. Me retiro con la satisfacción de haber honrado al amor de mi vida, que es el baloncesto”, explicó.

Último partido

Y en eterno ’10’ cajista anunció su último baile. “Esto no termina aquí, la última vez en Uruguay no es mi último momento. El Unicaja me ha propuesto que juegue mi último partido de verde, que es jugar el Costa del Sol este viernes contra el Real Madrid”, comentó.

“Agradecer también a Francis Alonso porque me deja el número 10 para jugar el último partido. Me hace mucha ilusión jugar este partido. Y agradecer a Fotis que coincidimos en Murcia, jugamos un play off y nos une un recuerdo muy bonito. Quiero disfrutar, tirarme una mandarina en el Carpena y disfrutar con la gente. Revivir esos años dorados. Para terminar vestir de verde es algo apasionante. No me lo esperaba, ha sido una grata sorpresa. Agradecimiento y es un gran colofón poder despedirme en el Martín Carpena”, continuó el malagueño.

El presidente del Unicaja, López Nieto, quiso lanzar unas palabras de reconocimiento. “Es un orgullo que uno de nuestros emblemas se retire de verde. Lástima las condiciones de la pandemia, pero será en su casa y en su campo”, dijo el dirigente.

“Me retiro la satisfacción de haber dado hasta el final. Este año sí me di cuenta de que era el último. Me vacié en Uruguay y era el momento. Los últimos meses han sido de reflexión. Me retiro sano y físicamente bien. Es el momento de tomar esta decisión. Gracias a mi familia. El día tenía que ser hoy. Esta es mi casa y gracias por poder estar hoy sentado aquí”, explicó. 

Sobre su futuro, Cabezas aun no lo tiene definido. “Voy a reflexionar, me gustaría seguir vinculado con el deporte. Tengo negocios, me gusta emprender en mi ciudad. Pero me gustaría estar vinculado con el deporte. De momento no me planteo entrenar. Me gusta los niños y la enseñanza. No entra en mis planes a día de hoy. Pero alguna vinculación en el mundo del deporte habrá”, dijo.

El base repasó su mejor momento en la pista. “Es difícil tener esos grandes títulos. Me quedo con el campeonato junior del mundo. Con la Liga ACB, que es muy difícil. El año 2006 fue un año muy marcado. Es de los título que más marcan”, explicó.