El once del Málaga CF actual se puede recitar de carrerilla. Hacía tiempo que eso no ocurría. Aunque la muestra son solo tres partidos. Desde la llegada de Funes, el conjunto blanquiazul ha repetido alineación en los tres partidos de liga dirigidos por el preparador de Loja.
De las continuas rotaciones de Sergio Pellicer, al inmovilismo, al menos de momento, de Juanfran Funes. Si hay algunas evidencias en el juego que muestran las diferencias de este nuevo Málaga con el anterior, el principal cambio ha llegado en las alineaciones, donde Funes no concede licencias.
Para ello, han emergido algunos nombres que estaban condenados al ostracismo, o al filial, y de momento han pasado a la reserva otros que eran fijos con Pellicer. Las lesiones también han influido.
A saber, este es el once del Málaga CF en los tres primeros partidos con Funes al frente del banquillo -al margen del partido de Copa del Rey contra el Talavera-: Alfonso Herrero; Puga, Recio, Einar, Víctor García; Izan Merino, Dotor, Dani Lorenzo; Larrubia, Joaquín y Adrián Niño.
Por partes. Herrero ha continuado fijo bajo los palos. Es el bastión de este equipo.
Los principales cambios han llegado en la línea de cuatro de la defensa. La llegada de Funes coincidió con el regreso al equipo de Carlos Puga después de casi dos meses fuera. El sacrificado fue Rafita, que regresó al filial.
Para el debut contra el Mirandés, Murillo y Montero,los centrales titulares de Pellicer estaban sancionados. La apuesta para el perfil izquierdo fue Einar, en el último rincón del banquillo. Y para el derecho Ángel Recio. No había más alternativas.
Pero llegaron Zorrilla y la visita del Zaragoza y Funes no movió a ninguno de los dos del once. Recio es el central que más conoce a Funes, y hasta ahora ha ejercido como líder de la zaga con tres partidos con un solo tachón, el penalti en el descuento de la última jornada contra el Zaragoza.
Murillo y Montero tuvieron la oportunidad de convencer a Funes en Talavera, pero ambos salieron señalados en la eliminación de Copa.
Al igual que ocurrió con Puga, la llegada de Funes coincidió con el regreso al cien por cien de Izan Merino, que se ha convertido en el pivote del equipo, la quilla del Málaga.
No todos fueron regresos para Funes. En el penúltimo partido de Pellicer el que cayó fue un fijo, Juanpe, que se había hecho con la manija del equipo haciendo cambiar de opinión a todo el malaguismo.
Y por ese hueco se coló Carlos Dotor, que poco a poco fue reduciendo su participación a minutos residuales. Ahora, el centrocampista es uno de los jugadores más en forma del equipo y cada vez está más minutos sobre el césped.
Con Dani Lorenzo y Larrubia como inamovibles en el once, Joaquín y Niño se han hecho con dos plazas en el frente de ataque. En ambos casos, también volvían de lesión cuando Funes cogió las riendas del primer equipo.
El delantero de Rota, además, ha vuelto por todo lo alto anotando goles cuando ya estaba en entredicho.
Todo hace indicar que el preparador malaguista tendrá a todos estos jugadores disponibles para el partido del domingo en el estadio Carlos Belmonte contra el Albacete Balompié.
A pesar del chasco del empate en el descuento contra el Real Zaragoza, el Málaga está en su mejor dinámica de la temporada con tres partidos consecutivos sumando. Parece motivo suficiente para que Funes siga confiando en sus once pretorianos.
