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El fiasco del Mundial 2030 en Málaga es una realidad. El sueño de una nueva Rosaleda se ha escapado entre los dedos del Ayuntamiento de Málaga, la Junta de Andalucía y la Diputación de Málaga por las siguientes razones.

Principalmente, para que La Rosaleda albergara este evento deportivo necesitaba ampliarse, lo que requería la búsqueda de una nueva ubicación para el equipo y sus 26.000 abonados. Ahí surgió la idea de trasladar al Málaga C. F. al Estadio de Atletismo.

Hace unos días, el malestar y la inquietud reinaron entre los malaguistas porque los interrogantes que han venido surgiendo en los últimos meses salieran a la luz hace unos días, cuando el Consistorio admitió que le iba a ser complicado lograr que el complejo próximo al Martín Carpena pueda crecer hasta los pretendidos inicialmente 25.000 asientos, menos de un año después de que la ciudad fuera anunciada como sede y a cinco años del evento.

Lejos de esta cifra, el dato que dio el concejal de Deportes, Borja Vivas, es la de un aforo de apenas 12.500 personas, muy lejos de los alrededor de 26.000 abonados que tiene el club de Martiricos.

Esta constatación hizo saltar las alarmas en la masa social blanquiazul y de la propia entidad, que advirtió de manera clara del impacto “irreversible” que ello tendría sobre el Málaga C. F.

Aquí se encuentra la segunda razón por la que el Málaga C.F. no puede trasladarse al Estadio de Atletismo: la pérdida económica.

En palabras de su administrador judicial, José María Muñoz, “con 12.500 espectadores, el perjuicio era muy importante". Eso sí, en ningún momento, si esto hubiese salido adelante, el club corría peligro de desaparecer.

En cuanto a las pérdidas que pudiese haber tenido el Málaga en caso de tener que jugar durante dos temporadas en un estadio modular de 12.500 espectadores, Muñoz dijo que se habían planteado "muchos escenarios".

"El primer escenario era con 27.000 plazas, el segundo escenario era con 12.500. El de 12.500 era muy duro y se barajaban muchas posibilidades, pero el perjuicio era importante. Estaba cuantificado, pero no queríamos sacarlo públicamente porque lo estábamos depurando en este momento", según Muñoz.

El administrador judicial quiso dejar claro la colaboración del Málaga en todo momento para facilitar que el proyecto saliera adelante. "Nosotros estamos para ayudar, y la Liga, lo quiero decir, ha colaborado desde el minuto uno con las instituciones en ese estadio Ciudad de Málaga".

A la pérdida económica y al poco espacio para los abonados, se suma el hecho de que no había certeza alguna de que fuera posible llevar el Estadio de Atletismo hasta las 25.000 plazas pretendidas respetando el calendario mundialista.

Esto supondría el aumento del coste económico de una intervención que ahora se estima en unos 8 millones de euros y que requeriría de una obra de refuerzo estructural de envergadura.

Además, serían necesarias actuaciones que en materia de movilidad habría que realizar en el entorno. Es decir, proyectos de ampliación en rotondas y vías de competencia estatal, que obligan a contar con el aval por parte del Ministerio de Transportes.