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El extraordinario proyecto de ampliación de La Rosaleda de cara al Mundial de Fútbol 2030 va a provocar un verdadero dolor de cabeza al Málaga CF.

La necesidad de cerrar el actual campo de Martiricos para iniciar las obras de rehabilitación integral del complejo obligará a la entidad blanquiazul a trasladarse al Estadio de Atletismo para jugar sus partidos de la temporada 2026-2027.

El escollo con el que se va a encontrar es que la capacidad final de estas instalaciones será para acoger a apenas 12.500 espectadores, muy lejos de la cifra total de abonados que tiene actualmente el club, de más de 26.500.

Así lo ha dado a conocer este viernes el concejal de Deportes, Borja Vivas, después de que la Junta de Gobierno Local haya aprobado el convenio que firmará el Ayuntamiento de Málaga con los otros dos propietarios de La Rosaleda: la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial.

El sentido de este acuerdo es el de fijar las bases para la financiación de la obra de la Nueva Rosaleda, que requerirá unos 257 millones de euros. Una cuantía de la que forma parte el trabajo de acondicionamiento que se tiene que realizar en el Estadio de Atletismo.

La actual previsión de aforo del estadio de atletismo dista mucho de los mejores cálculos municipales. El propio Vivas admitió a EL ESPAÑOL de Málaga que la intención inicial era ampliar hasta los 26.000 asientos. Actualmente tiene capacidad para 7.500.

Sin embargo, llegar a ese máximo de aforo implica una obra compleja de refuerzo estructural, además de nuevas autorizaciones del Ministerio de Transportes por el impacto que esta ampliación tendría sobre el tráfico del entorno, en el que se localiza ya el Martín Carpena.