Daba igual cómo llegara, pero la primera victoria de 2024 no podía esperar más. Sin brillo, sin oponente, el Málaga CF ha sumado los tres puntos en un estadio Los Cármenes que ha mudado su piel a la blanquiazul con la invasión malaguista, que ha festejado a lo grande el triunfo frente al colista, Recreativo Granada, por 0-2, con goles de Dioni y Roberto frente a una defensa de mantequilla.
Se frena la caída, marcan goles los dos delanteros, la afición se lleva una alegría, suman minutos algunos jugadores y descansan otros como Roberto. Son algunas de las cosas positivas de un partido en el que el Málaga ha cumplido con su obligación sin muchos alardes.
Pellicer apostó otra vez por el sistema de tres centrales que empleó contra el Castellón con mal resultado. Fue tozudo el de Nules, esta vez contra un rival bastante inferior. Herrero estuvo en la portería con Nelson, Juande y Galilea formando linea de tres. Gabilondo y Víctor García fueron los carrileros. Manu Molina y Dani Lorenzo estuvieron en la sala de máquinas con Ochoa, Dioni y Roberto por delante.
Si la primera mitad se hubiera resuelto a los puntos se la habría llevado el Recreativo Granada. El filial nazarí llegó arriba con más claridad, con más espacios, disparando siempre que tuvo oportunidad y obligando a Alfonso Herrero a emplearse a fondo en un tiro seco pegado al palo izquierdo del meta malaguista. Eran más directos los locales.
El Málaga cuando merodeaba el área volvía a exhibir su falta de veneno arriba. Un quiero y no puedo frente al colista. Hasta que pasada la media hora un centro al segundo palo de Víctor García lo remató Dioni picado entre las indecisiones de la inmadura defensa local. 0-1 y a festejar con los malaguistas. De ahí al descanso no hubo mucho más, solo la intención del Recreativo Granada de irse a por el empate. Pero controló bien el Málaga que cuando pudo buscó el segundo sin éxito. Lo tuvo Roberto, pero remató desviado.
Tras el descanso Manu Molina se quedó en la caseta para dejarle su sitio a Genaro. Y la historia del partido duró lo que tardó el Málaga en encontrar una cicatriz en la zona derecha de la defensa del Recreativo Granada. Fue Dani Lorenzo el que la abrió para ponerla al segundo palo, donde Roberto esperaba sólo para empujarla a la red. Va aumentando sus cifras el de Puente Genil, que ya suma ocho dianas.
Era el minuto 57 y a partir de ahí pasó poco. Debutó Ferreiro, descansó veinte minutos Roberto y el Recreativo Granada tuvo poco que ver con el de la primera mitad, que al menos llegaba y terminaba las jugadas.
Los últimos minutos sirvieron para el espectáculo de la grada blanquiazul y para que el Málaga levantara la bandera blanca y ponerle la puntilla a un rival ya sin respuesta. Primera victoria de 2024. Sin brillo y sin rival, pero que cambia la dinámica. La hinchada blanquiazul, que había invadido Los Cármenes, insufló energía a los suyos tras el pitido final. Tiene que servirle para el próximo partido en La Rosaleda, contra el Atlético Baleares. La segunda vuelta casi perfecta que pide Pellicer puede que haya empezado en Granada.