La pelota vuelve a rodar y esa es la mejor noticia para el Málaga CF, que tendrá la oportunidad de hablar en el césped, con fútbol y, a ser posible, con una victoria para calmar las aguas que pasan por La Rosaleda, con una afición encendida por el mal inicio de temporada del equipo blanquiazul. Van solo seis jornadas de campeonato, pero el técnico malaguista, Pablo Guede, ya se la juega y en el club hay calma chicha

Ante lo que se ha convertido en un mantra, las cuatro derrotas en cinco partidos, cifras agravadas por la imagen del equipo, al Málaga CF le llega un partido que puede marcar un antes y un después en la temporada, y le llega antes de tiempo, solo en la sexta jornada. 

El rendimiento del equipo, pensado para estar arriba en la tabla, muy por debajos de las expectativas y de lo que se espera de la plantilla, ha provocado un mini incendio que se ha prolongado casi toda la semana después de la derrota por 1-0 en Huesca, donde el equipo solo disparó una vez a puerta y donde solo vio un buen partido del Málaga CF el Pablo Guede. 

El martes empezó la guerra de pintadas en las paredes del Anexo de La Rosaleda. Guede no apagó el fuego en una entrevista radiofónica ese mismo mediodía y el club lo avivó respondiendo con otra pintada, una acción-reacción que se repitió. El mister volvió a pasar de puntillas en la rueda de prensa previa al choque, donde prometió trabajo y transmitió tranquilidad. 

En cuanto a lo deportivo, la defensa sigue siendo el principal talón de Aquiles de este Málaga, porque aunque se recupere a Unai Bustinza, el vasco llega todavía con molestias. Igual que Juande, el que era el único central sano. Ha vuelto a caer Andrés Caro. Con ello, Pablo Guede tendrá que volver a romperse la cabeza para armar una defensa de garantías en un duelo en el que puede estar en juego su futuro. En la convocatoria ha entrado Moussa, central del Malagueño. 

También es una incógnita cómo será el centro del campo, donde tampoco está habiendo continuidad y que puede estar condicionado porque Escassi o Genaro ocupen la posición de central. Muchas dudas en el peor momento para el Málaga CF.

 El rival

El Tenerife, rival del Málaga CF, parece no haberse repuesto todavía del desgaste de la temporada pasada, cuando llegó a la ronda final del 'playoff' de ascenso cayendo contra el Girona. Los de Ramis, que con continúa en el banquillo chicharrero, viven todavía en el letargo y están en puestos de descenso con unos números similares a los del Málaga, aunque con un punto más. 

El conjunto canario está muy mermado por las lesiones en este arranque del curso, algo que también está influyendo en la falta de continuidad en las alineaciones de Luis Miguel Ramis, que está alternando el 1-4-4-2 con el 1-4-2-3-1 en estos primeros partidos, con Enric Gallego y Borja Garcés como estiletes. 

En portería del Heliodoro estará Juan Soriano, exmalaguista que vistió la blanquiazul hace dos cursos y que ha pronosticado en la previa que el Málaga al final de la temporada estará arriba en la tabla. 

Precedentes

El último precedente contra el Tenerife es una de las mejores noticias que ha recibido el Málaga en los últimos tiempos, porque fue en la antepenúltima jornada de la temporada pasada cuando los de Pablo Guede certificaron de manera oficiosa su permanencia en Segunda División cuando el horizonte era muy complicado. Un 0-2 que le valió al Málaga seguir en el fútbol profesional. 

Esta será la séptima vez que ambos equipos se vean las caras en el Heliodoro Rodríguez López, donde el Málaga ha ganado dos partidos, ha empatado tres y ha perdido uno. 

El choque lo dirigirá Caparrós Hernández, del colegio valenciano, y arrancará a las 21:00 horas de lunes, hora poca futbolera, que no puede ser excusa para un Málaga que tiene que hablar en el campo. 

 

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