Es el nombre del día, e incluso del mes y puede que del año. El malagueño Damián Quintero ha recibido este miércoles el cariño de toda la provincia de Málaga. Se ha dado un baño de oro y ha explicado sus sensaciones ante los medios de comunicación. Honores para el subcampeón olímpico en katas en los Juegos Olímpicos de Tokio. Aplauso gigante para el karateka, que a sus 37 años ha encontrado el éxito por el que tanto ha luchado.

Quintero, que aterrizó en tierras malagueñas el pasado domingo, ya recibió el reconocimiento y cariño del Málaga CF y el malaguismo el pasado lunes al realizar el saque de honor en el primer partido de la temporada en La Rosaleda. Fue su primer acto público con la medalla de plata colgada al cuello.

Pero hoy miércoles ha tenido una agenda intensa y llena de cariño. A primera hora ha visitado la casa de todos los malagueños de la provincia: la Diputación. Ahí fue recibido por el presidente, Francisco Salado. Quintero también tuvo la ocasión de firmar en el Libro de Honor del ente supramunicipal.

Casi sin perder tiempo, el karateka se marchó hasta la Casona del Parque, donde le esperaba el primero de los malagueños. El alcalde Francisco de la Torre recibió en el Salón de los Espejos al olímpico junto a la concejala de deportes, Noelia Losada y otros miembros de la Corporación. Además, Quintero recibió una reproducción de la Farola de Málaga, símbolo del afecto y la admiración de la ciudad por sus logros.

Con sabor a oro

No tardó Damián en regresar a su tierra, a sus orígenes. Pero el torremolinense se abrió en Benalmádena, en Trocadero, ante los medios de comunicación. "La experiencia que he vivido ha sido inolvidable. El cariño que he recibido de todos los medios y de todo el mundo ha sido grandísima. Mensajes de gente que ni seguía el kárate. Esto es algo que me voy a llevar para siempre", dijo el karateka.

"Esta medalla sabe a oro", dijo el malagueño. "Es una locura tener una medalla olímpica. Sigo en una nube", comentó el olímpico, que apuntó que tiene cuerda para rato. "No me pasa por la cabeza el retirarme, me siento bien física y mentalmente. Soy muy competitivo y me marcharé cuando deje de serlo", dijo Quintero, que vivió su día grande rodeado de afecto y de cariño tras su grandioso logro olímpico.

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