Los padres de los niños y niñas con autismo en Andalucía vuelven a respirar tras un verano en vilo. Habrá profesores sombra este curso en los colegios públicos y concertados después de que la Junta de Andalucía y la Federación Autismo Andalucía hayan firmado un convenio a apenas una semana del inicio del curso escolar.
Hasta ahora, el alumnado con necesidades especiales recibe apoyo en los centros públicos por parte de los PT (profesores de Pedagogía Terapéutica), logopedas y PTIS (profesional técnico de integración social).
Sin embargo, es tal la cantidad de niños y niñas con problemas que esos recursos se quedan cortos. Eso implica que, en muchas ocasiones, son los propios colegios los que sugieren a las familias la necesidad de tener un monitor TEA o profesor sombra. En Málaga es donde más está implantada esta figura, con mucha diferencia sobre el resto de provincias.
La Junta de Andalucía no tiene presupuesto para pagarles, por lo que hay un acuerdo con asociaciones a través del cual estos monitores son "voluntarios" que ayudan al alumnado.
En realidad, son los padres los que pagan a estos "monitores voluntarios". No hay una tarifa establecida, sino que suele ser pactada entre el monitor y la familia. Normalmente, en torno a 10 euros la hora.
Los profesores sombra realizan una gran labor de ayuda y acompañamiento a los menores, pero legalmente están en un limbo. Acceden a los colegios, pero como "voluntarios" gestionados por estas asociaciones.
Así se lleva años y este verano la Federación Autismo Andalucía decidió -por mayoría pero sin consenso entre todas las asociaciones- poner pie en pared y no renovar el convenio con la Junta.
Pero había que negociar en pleno verano -con los retrasos que eso implica- y el curso empieza el 10 de septiembre. Ni a los padres, ni a las asociaciones ni a la Junta les interesa empezar el curso escolar sin profesores sombra porque son un importante apoyo para el alumnado con necesidades especiales.
Finalmente, para evitar problemas mayores, se ha llegado a un acuerdo que, según explican desde Autismo Andalucía, "inicia el proceso progresivo de cierre del convenio que regula el monitor TEA (también llamado “sombra”) como fórmula de atención al alumnado con TEA, abriendo paso a un modelo basado en los recursos del sistema público de educación".
Señala que "hemos acordado establecer un periodo de transición con un nuevo convenio temporal que permita revisar la situación del alumnado que este curso 24-25 ha estado incluido en el convenio en vigor".
Entre las novedades de este convenio está la constitución de un grupo de trabajo específico para el diseño de un nuevo modelo de apoyo educativo al alumnado autista en general.
Tendrá una duración máxima de dos años, hasta julio de 2027, y, según explican, no se admitirán nuevos casos, es decir, no permite la inclusión de nuevos profesores sombra.
La Junta y las asociaciones se comprometen a "realizar un amplio diagnóstico de la situación actual del alumnado con Trastorno del Espectro del Autismo y de los recursos disponibles".
La Junta de Andalucía seguirá sin pagar los profesores sombra y volverán a ser los padres los que tendrán que poner el dinero de su bolsillo para darle una mayor atención a sus hijos, aunque manteniendo esa figura del voluntariado que, según el convenio, solo podrá "alentar al alumno/a a relacionarse con sus compañeros" y "monitorizar las interacciones con los compañeros". En realidad hacen mucho más que eso.
