La PAU de 2025 está a la vuelta de la esquina (3,4 y 5 de junio) y son miles los estudiantes andaluces que sueñan con tener el mismo resultado que Ana Rueda, estudiante del CDP San Francisco de Asís de Mijas Costa, en sus exámenes de Selectividad.
Rueda se alzó con un 14 en la pasada Selectividad, lo que la ayudó a abrirse las puertas a cualquier carrera universitaria. En su caso, optó por Medicina. El objetivo de la joven era convertirse en ginecóloga.
Sobre posibles consejos para los estudiantes de este año, para Ana, la preparación de la Selectividad no tiene ningún secreto especial, más allá de "hincar mucho los codos" y trabajar mucho en Bachillerato.
"En dos semanas no te da tiempo a llevarlo todo perfecto, o al menos todo lo bien que te gustaría llevarlo, por eso es esencial tener una buena media", aseguraba hace unos meses a EL ESPAÑOL de Málaga.
En su caso, dedicaba la mañana a las asignaturas con más teoría y por las tardes acudía a una academia para trabajar Química y Matemáticas. "Yo soy de las que necesitaba echar muchas horas, una 'hincacodos'", confiesa.
"También es fundamental hacer descansos, quedaba con mis amigas y veía películas con mis padres. Celebré el cumple de una amiga, de hecho, en los días de estudio", relataba la joven, que cree que en el equilibrio está la clave del éxito.
En cuanto a las materias, aunque su rama es la científica, del examen que más convencida salió fue del de Historia de España. Sabía que le había salido muy bien. En el caso de Lengua e Inglés, salió "un pelín" más dudosa. "Tenía alguna duda de si lo había hecho todo lo bien que podía. Pero la verdad es que lo pensé todo muy bien, los repasé mucho, que es muy importante", contaba.
Abilio Ruiz, la mejor nota de 2023 en la provincia, aseguraba también en su año a EL ESPAÑOL de Málaga que la clave es tener muy claro que el primer objetivo es el estudio, “lo que no quita que se pueda compaginar con otras cosas”.
El joven aseguró que estudiaba a diario y, sobre todo, intentaba “aprovechar al máximo el tiempo y evitar distracciones”. “Disciplina y esfuerzo” fueron sus máximas, pero también encontrar el equilibrio entre esta dedicación y otros ámbitos.
“Estar metido en una única burbuja no es bueno. Pasarte todos los días solo estudiando te lleva a una espiral que no puede ser positiva”, reflexionaba. En su caso, ese balón de oxígeno fue su equipo de balonmano, donde lleva jugando desde pequeño.
“Hacer deporte es muy importante. Entrenar te ayuda a despejarte. Para mí, ha sido clave para poder liberarme”, contaba el joven, que reconocía que siempre ha sido muy exigente consigo mismo, pero poniendo límites.
“Me gusta dar el máximo, no me conformo con lo mínimo, pero hay que saber compaginarlo todo”, aseguraba.