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Quedan dos jornadas y media para que las puertas de la casa de hermandad de Pollinica se abran en la calle Parras, un momento soñado por muchos y que todos los cofrades esperan vivir el próximo Domingo de Ramos a las 9.45 horas si el cielo lo permite. La inestabilidad que se espera para las primeras jornadas de la Semana Santa de Málaga está amargando la existencia a los hermanos de las cofradías que arrancan estos días grandes en la ciudad, que no paran de consultar, minuto a minuto, las predicciones de algunos meteorólogos cofrades en redes sociales, así como la de la Agencia Estatal de Meteorología, que ya ha dado su primer parte.

En este sentido, parece que la borrasca Olivier no permite del todo lanzar una predicción cerrada que no pueda cambiar en las próximas horas. Jesús Riesco, director del Centro Meteorológico de la Aemet en Málaga, ha desgranado con EL ESPAÑOL de Málaga una previsión marcada por la inestabilidad, la calima y la posibilidad de lluvias con barro.

Este jueves, la provincia estará bajo la influencia de la borrasca Olivier. Se espera calima, nubes medias y altas, y precipitaciones débiles al final del día en el oeste de Málaga. El levante soplará con fuerza, sobre todo en zonas como la Serranía de Ronda y Sol y Guadalhorce, comarcas donde hay avisos de color amarillo por viento y fenómenos costeros.

El Viernes de Dolores continuará con un flujo del suroeste, nubes altas y algunas lluvias que podrían dejar barro. También podría haber tormentas débiles con actividad eléctrica entre nubes. Por la tarde, explica Riesco, el viento tenderá a calmarse.

El meteorólogo señala el sábado como el día más comprometido en cuanto a lluvias. La borrasca dejará precipitaciones generalizadas y algunas tormentas embebidas, sobre todo por la mañana, lo que pondría en peligro uno de los grandes momentos de la Semana Santa de Málaga: el traslado del Cautivo. A lo largo de la tarde se espera una posible progresiva mejoría.

El Domingo de Ramos será una jornada de transición. Se espera que Olivier cruce la península, lo que podría provocar chubascos en el interior que podrían llegar puntualmente a la costa por la tarde. Habrá cambio de viento a noroeste, lo que podría traer terral en zonas habituales y temperaturas de hasta 25 grados en la capital.

El Lunes Santo podría ser más estable, aunque no se descarta algún chubasco en el interior que no llegue a cuajar demasiado. En la costa, en principio, no se espera lluvia, pero Riesco pide precaución por la alta variabilidad de los modelos.

El Martes Santo, cuando parecía que llegaba la estabilidad en los últimos días, llega otra posible vaguada, sumada a una nueva borrasca al oeste de las Islas Británicas, diferente a Olivier, lo que podría generar inestabilidad en el interior y también en algunos puntos del litoral. Se espera también un descenso térmico.

Los modelos actuales indican que el Miércoles y Jueves Santo podría entrar una cuña anticiclónica desde el sur, lo que traería una situación más estable, sin lluvias y con una subida de temperaturas para el Jueves Santo. Aun así, el director del Centro Meteorológico vuelve a advertir: “Hay mucha incertidumbre, estamos en primavera”.

Jesús Riesco concluye con un mensaje claro: “hacer una predicción día a día ahora mismo es muy complicado. La situación puede cambiar de una jornada para otra”. Por ello, las decisiones deberán tomarse con prudencia, seguimiento constante y según evolucionen los partes.