Alba Rosado Juan A. Romera Fadón

El Lunes Santo es del Cautivo y el Cautivo es del Lunes Santo. Tanto es así, que aunque el Señor de Málaga pasará por la zona de calle Especerías sobre las ocho, el público se concentra en dicha vía, el Pasillo de Santa Isabel y la rampa de la Aurora durante las horas previas a su salida desde su casa hermandad, situada en calle Trinidad.

A las 17.15 horas, prácticamente a la hora que salía el cortejo blanco y fucsia, decenas de devotos del Cautivo permanecían guardando su sitio en primera fila aunque quedaban algo menos de tres horas para que la cabeza de procesión pasara por allí. 

La cuestión es lograr ver al Señor de la túnica blanca caminar por las calles de Málaga desde el mejor sitio posible. Están dispuestos a hacer todo para conseguirlo, incluso saltarse las normas del Ayuntamiento de Málaga. Muchos de ellos ocupaban la zona del Pasillo de Santa Isabel con sus sillas y sillas plegables de playa, que están prohibidas en la Semana Santa de Málaga. 

Así lo recoge el bando del Ayuntamiento de Málaga. "Con motivo de la masiva concurrencia de personas en las distintas calles por las que discurren los desfiles procesionales, queda prohibida en éstas la colocación de sillas plegables, sillas, sillones, mesas o cualquier otro mobiliario de carácter móvil u obstáculo no permanente sin autorización. La Policía Local requerirá a los infractores para que procedan a su retirada y si no lo hicieran, la administración, a través de sus servicios correspondientes, retirará los mismos, siendo a cuenta del interesado los gastos que se originen conforme a la Legislación vigente", recogen en el documento desde el Consistorio. 

Sin embargo, la realidad es que cuando el equipo de EL ESPAÑOL de Málaga ha pasado por las citadas vías, la Policía Local estaba presente y no ha actuado retirando dichas sillas, al menos en dicho momento.

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