Con mucha emoción, un espectacular disfraz y una gran sonrisa subía Paqui Prieto al escenario que la organización del Carnaval de Málaga monta como siempre en la Plaza de la Constitución, una plaza que según el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, es sinónimo de "libertad", como la fiesta. Después de un tiempo repleto de andanzas, Paqui Prieto se convertía en la pregonera del Carnaval de Málaga, y qué mejor forma de pregonar la fiesta que dejando a todos los malagueños que se asomaran a su vida como mujer carnavalera.

Todo comenzó con ella de joven y durmiendo a un bebé mientras que su marido se despedía de ella. Se quedaba sola en casa. Corría el año 1987, y otra vez tenía que marcharse al ensayo con sus amigos del carnaval. Ella, mientras tanto, se quedaba en casa tratando de organizar todo lo que pudiera, a la vez que observaba cómo su hijo aprendía a tocar el pito antes de empezar a dominar el chupete. Toda la familia llevaba el veneno del carnaval en la sangre. Hasta la propia Paqui.

Aunque a ella le gustaba en el fondo aún más que a él, se conformaba con ir a ver algunos ensayos. No a todos los que quisiera, pero sí a los de los "sagrados viernes", que al día siguiente su niño no tenía colegio y podía ir con él.

Paqui encarna durante todo el pregón a Galama, la madre del Dios Momo. Así, dice que fue su hijo quien le encomendó la misión de hacer a esta familia carnavalera. Y parece que lo consiguió. Porque después de acudir a tantos ensayos dirigidos por Juan José Vinagreto, el "director más borde" que ha conocido nunca --llegaron a salir unos cuantos carnavaleros a recrear este ensayo--, su marido le dice que en el local donde va cada semana hay una comparsa femenina que suena muy bien. "¿Por qué no preguntas el viernes?". Jamás se imaginaría lo que iban a conllevar aquellas palabras que han llevado a Paqui a ser pregonera de la fiesta.

Un instante del pregón. E.E

Aunque el miedo le invadía, Galama y todas las mujeres de aquella comparsa le ayudaron a dar el paso. Todas estaban en la misma situación y todas podían salir adelante ayudándose entre ellas. Esta fue la forma en la que nació un credo y en la que llegaron a obtener algún que otro primer premio. Fueron la primera comparsa compuesta por mujeres que hubo en esos tiempos.

"Y entonces le fui acercando los niños uno a uno: otro, veinte, cientos. Y entre juegos y coplillas vi que ella sería la elegida para proteger y continuar ese ciclo de la vida tan necesario en el mundo del carnaval", dijo Galama, que dio paso al escenario a decenas de niños que este año han formado las filas de la murga infantil de Paqui Prieto, y a otro grupo de aquellos que en su día fueron niños y que hoy son carnavaleros de pro gracias a Paqui, su madre carnavalera.

Desde el 1992 han sido casi quinientos los niños que han pasado por esta agrupación. "A veces la veo tan preocupada porque le faltan medios para continuar que pienso que no voy a ser capaz de cumplir mi encargo... y entonces le hago ver que esos niños, cueste lo que cueste, tienen que estar ahí en esas filas donde un día estuviera su padre o su padre, y que con los años pusieron en esas manos sus más valiosos tesoros", pronunció Galama 

"Aunque parezca de locos, 25 años cumplimos", cantaron ambos grupos, que comparten un mismo sentimiento: admiración y amor hacia Paqui Prieto, la mujer que les metió bajo la piel el carnaval. Lo que no saben es que todos ellos es que también han sido el motor de vida para ella durante todo este tiempo.

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De hecho, sus propias nietas, Candela y Manuela, que le siguen haciendo tirar del carro cuando a veces hace acto de presencia el cansancio, fueron las que cerraron el pregón con otros miembros de su familia como el propio Curro Ruiz, Tamara, Nene o el mismo Bicho, su marido. Todos ellos, visiblemente emocionados, especialmente el segundo, le dedicaron un pasodoble a la pregonera. "Y ahora Málaga se ha rendido por ti", remataron.

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