Interior del Teatro de la ESAD. Ahí estaba él junto a su mujer en el descanso. Fila 4 par, butaca 16. Otro año más no fallaba a la pasión que comparte junto a su familia: el carnaval. Se llama Juan Carlos Navarrete, pero todos lo conocen como Carlos Pasky, uno de los aficionados más fieles al Carnaval de Málaga. 

La primera vez que disfrutó de la fiesta fue en el año 1988, coincidiendo con un permiso de la Mili. Su primer recuerdo fue la murga 'Entre teta y teta tocan retreta', de Manuel Martín Calvo. La vio porque salía uno de sus primos. "Me enganché y en aquellos tiempos era bastante complicado conseguir un abono, por lo que viví mi primera final en el año 1989", expresa a EL ESPAÑOL de Málaga.

Desde entonces, ha estado en todas las finales del Carnaval de Málaga ininterrumpidamente. Esta pasión es heredada de su madre, quien ha disfrutado de absolutamente todas las finales de nuestro carnaval. Ahora también le acompañan su mujer y su hija.

"¡Mi madre las ha visto, ojo, no es que simplemente haya estado! Mucha gente está, pero no ve ciertas cosas. Nosotros nos tragamos absolutamente todo, no tenemos a nadie dentro de los grupos, mi primo, de hecho, lo dejó en el 1992, por lo que valoramos el trabajo de todos por igual, estamos limpios", confiesa.

Carlos en el Cervantes hace unos años. Facebook Carlos Pasky

A la pregunta de si alguna vez ha salido en un grupo, se ríe y se echa las manos a la cabeza. "Intenté salir con Manolo 'el de los altramuces' en 'Qué carne crece cuanto más se mece', en 1990, y me echaron por malo. No valgo yo para cantar, así que trato de aportar a la fiesta con lo que pueda", contesta entre risas. Confiesa que "mejor así", porque prefiere ver el concurso de manera sana desde fuera. 

No fue hasta el 1997 cuando consiguió al fin un abono. Desde entonces, siempre lo ha comprado. "Fue cuando la famosa carpa de Pepelu. El Carnaval de Málaga se abrió un poquito y empezó a haber más entradas", explica. Además, detalla que, conforme ha ido creciendo, su posición en el Cervantes ha ido aumentando. "Como me iba haciendo mayor la economía mejoraba, pasé de estar los primeros años arriba del todo, en gallinero, a últimamente en butaca de patio. He pasado por todos lados, hasta por los palcos", dice.

Por esa mentalidad "blanca" en el carnaval, reconoce no ser forofo de ningún grupo. Cada cual tiene su año bueno y su año malo. "Yo disfruto. Y ya está", dice. Cierto es, según sus propias palabras, que cuando era joven disfrutaba especialmente de las murgas y su 'canalleo'. Ahora es "más de todo". "Me gusta tanto el carnaval que ya no miro la modalidad", confiesa.

Sobre la edición de este año, tras las preliminares, reconoce que "vamos fenomenal". "Este año no me he aburrido con ninguna, que ya sabemos cómo son a veces las preliminares", bromea. Así, valora encarecidamente la labor de los grupos en un año tan especial. "Demasiado bien suenan teniendo en cuenta lo que han podido ensayar los pobres", manifiesta Carlos, que cuando un grupo acaba de cantar se pone los auriculares para escuchar los comentarios de las radios y televisiones locales aunque esté en el teatro. "Estoy en todo", dice.

La mejor hemeroteca

Si por algo es conocido Carlos Pasky es por sus grabaciones, ya sean con su mítica cámara o con el teléfono móvil en los tiempos más actuales. Siempre le ha gustado grabar con su mujer momentos especiales, como cabalgatas, y con el carnaval no iba a ser menos. 

Cuando la tecnología no estaba tan avanzada, para grabar a los grupos, contaba con aparatos en casa con los que cogía las radios que podía, como Pinomar, y así podía recoger algunos, aunque no todos los que quisiera. "Montaba unos pitotes... que para mí se quedan", dice.

En el año 2017 abrió su canal de YouTube. Llegaban otros tiempos. "Pusimos Carlos Pasky en nuestras redes, pero realmente el trabajo es de mi mujer y mío", dice. Lo hizo, además de por compartirlo con el mundo y promocionar la fiesta, para hacerse una hemeroteca carnavalera.

"Si quitamos lo que tiene David Delfín, del Carnaval de Málaga no hay nada en Internet. Creo que lo primero que subí fue un vídeo de los Reyes en la calle. Es una pena que no tengamos vídeos de los nuestros en la calle", manifiesta. Así es, el primer vídeo subido a su canal, donde acumula casi 1.500 seguidores, fue la presentación de Los Reyes en marzo de 2017.

El cartel

El cartel de Luisito Rilke. E.E

Con la cámara en la mano lo representa Luisito Rilke en el cartel del Carnaval de Málaga de este año. Casualmente, era la primera vez que Carlos acudía a la presentación de un cartel.

Cuando se desveló, reconoce que en primer lugar pensó que era un cartel espectacular y empezó a observar los cientos de detalles de este sin llegar a verse. El periodista y murguista Félix Godoy, que ya había visto previamente el cartel, le advirtió que buscara bien, que había una sorpresa.

"Yo no daba crédito. Me quedé alobado. Nunca había ido ni a la presentación del cartel ni a la conferencia inaugural porque pensaba que siempre estaba lleno y yo, como no tenía contacto con nadie, no pegaba. Y al final, me llevé la sorpresa. Es algo muy grande", dice aún emocionado.

Carlos, en el cartel del Carnaval de Málaga de este año. E.E

Respecto al rumbo que está tomando nuestro carnaval, aunque le duele y resopla al decirlo, reconoce que "llevamos cuarenta años de fiesta y esto es lo mismo". "Se nota la evolución de los grupos, voces y puestas en escena, pero esto es lo de siempre. A la hora de organizar nos venden siempre los mismos. El día de las drags echarán la foto a Larios llena y ya está. Después somos siempre los mismos, por desgracia", dice.

Así, también es crítico con los grupos de Málaga en la calle. Lamenta que prefieran el teatro a la calle. "Ha habido días que me he tirado dos horas dando vueltas para grabar y no me cruzaba apenas con grupos de Málaga. Es algo horroroso. A los de fuera hasta los puedo llegar a entender, pero vamos, ahí está Rute que disfruta del fin de semana como pocos", zanja.

Noticias relacionadas