En su fachada ya lucen todos los másteres disponibles para el próximo curso y en su interior hay un vaivén de personas preparando su primera producción, Imagine. El camino de los sueños, pero el espacio cultural Sohrlin Andalucía, de momento, sigue siendo algo "pequeñito" y que va a paso muy lento, pero que espera llegar muy lejos.
Así lo reconocen sus propietarios, Domingo Merlín y Antonio Banderas, en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga. Este espacio cultural, destinado a la producción, exhibición y formación, está creciendo a marchas muy lentas, pero cada paso que da es firme.
En cuanto a la producción, aseguran que una vez culminado el auditorio, ahora se encuentran centrados en levantar una black box, que no es más que un pequeño espacio donde entre 300 y 400 personas puedan ver un espectáculo más inmersivo. "A mí me encantaría llamar a mi amigo Imanol y decirle 'oye, hacemos algo aquí' y que la gente que viniera a vernos a las seis luego a las ocho pudiera entrar al auditorio grande a otra cosa... Queremos ese punto de locura, que esto tenga un poco de todo", relata Banderas, definiendo perfectamente cómo la producción y la exhibición se darían la mano en Sohrlin.
Eso sí, tienen los pies en el suelo y aseguran que están trabajando con unos pensamientos "muy realistas". "Hay gente que nos pregunta si la escuela va a tope. No. La escuela necesita tiempo porque todos los programas los tiene que diseñar gente de mucho prestigio", expresa el actor.
El malagueño asegura que "un grande no puede abandonar su trabajo, puede diseñar los cursos, que se apliquen aquí y comprometerlos a que vengan un par de veces al año a dar clases magistrales". Así, espera contar con profesionales con los que ha coincidido en producciones internacionales de cine, algo para lo que le "ayuda mucho Málaga".
"Nosotros queremos formar a gente para que en el año dos de formación podamos decirles 'tú te encargas de esto en este espectáculo'", dice el malagueño, que asegura que sus estudiantes estarán constantemente trabajando en el escenario desde que entran por la puerta. "Aprenderán desde la base, desde tirar cable, trabajar en las mesas o limpiar focos, por ejemplo", añade.
Admite, sin embargo, que "quedan años" para llegar al nivel que habían "soñado". En materia formativa, Banderas y Merlín explican que ya han empezado con las clases magistrales, pero también con el curso de Regiduría. Es decir, de momento solo han metido "un pie en el agua" y aún queda trabajo para ponerse a dar brazadas.
Si bien, sacan pecho de que ya tienen a varias alumnas de Regiduría trabajando en el mundillo: una ha formado parte del Open de Tenis de Madrid y otra ha estado con Gypsy en el Teatro del Soho y ahora la tienen en el equipo de Imagine. "Y también tendremos a unos cuantos en el pre-show y post-show de Imagine", dice Merlín, asegurando que van a aprovechar a los alumnos que tienen más sensibilidad para ello. "Hay un alumno de Regiduría que viene de la ESAD y que es músico y hace de todo, por lo que aquí tiene salida", añade.
Banderas parte de la base de que van a ofrecer unos estudios "muy buenos y muy caros" y que van a ser becados a todas las personas que tengan talento y no tantos recursos. Pero matiza que antes de becar a alguien deben confirmar que "esa persona tiene la capacidad suficiente para estudiar lo que quiere hacer".
"En Málaga hay dos escuelas, ESAD y ESAEM, una privada y otra pública. En la pública estudié yo. Y la realidad es que salen 3.000 alumnos entre ambas... Y no hay hueco para tanto actor. Eso es así. La idea es dirigirnos a ellos y decirles que aquí tienen la fórmula para trabajar en el mundo de las artes escénicas. Yo tengo a artistas de ambas escuelas que son muy buenas, Paula Díaz va a ser una estrella por ejemplo, pero algunos se quedan atrás. Así que hay que decirles que hay un mundo muy creativo y bien remunerado para que sigan su camino", explica Banderas.
No dudarán en hacer audiciones para que expertos elijan a los chicos que se irán convirtiendo en profesionales del sector en función de las cualidades que perciban en ellos y becarán a todos los que puedan para que "el coste se reduzca muchísimo a las familias". Así, el actor ha indicado que varios sponsors se han ofrecido a poner dinero para esas ayudar, pero también él costeará parte de esas becas con la Fundación Teatral Antonio Banderas colocando unos fondos anualmente para ello.
También barajan incluir en sus másteres cursos de inglés especializado en la materia para que si los profesionales que forman salen al extranjero sepan manejarse como pez en el agua con la terminología del mundo del espectáculo. "Todo está en proceso, es algo difícil, no se hace por arte de magia".