"Con una maleta, un coche y mucha ilusión". Así es como Antonio Pino, hijo del creador de Peneque El Valiente, Miguel Pino, cuenta que comenzó a darse a conocer el exitoso títere. Miguel consiguió vivir del personaje que había creado y había dado vida en una radio pirata de su ciudad natal, Villanueva de la Serena, en Badajoz (Extremadura). Más tarde se lanzó a la carretera donde lleva ya 63 años para darlo a conocer a lo largo y ancho de España, eligiendo como sitio de residencia Málaga.

La inauguración del Festival de Teatro Familiar y Títeres durante la noche del 3 de agosto, en el municipio malagueño de Rincón de la Victoria, fue tan solo una parada de tantas en su frenética gira. Antes de "llenar de sonrisas el auditorio municipal de Rincón de la Victoria", como lo ha descrito Antonio, vinieron las de Guadalajara, Jaén, Cádiz y próximamente llegarán las de Valencia, Astorga o León.

Miguel Pino vivió siempre pegado a los escenarios. Comenzó en el mundo del flamenco, llegando incluso a ser manager del cantaor Pepe Marchena. Así es cómo se adentró en el mundo artístico. Antonio Pino alardea de que su padre fuera uno de los primeros en llevar a los títeres tras el gran telón: "El títere nació en la calle, pero mi papá fue uno de los primeros que lo introdujo en los teatros gracias a lo que aprendió del flamenco". Gracias al baile, Miguel pudo conocer el mundo privado al menos, por entonces del teatro. "Él buscaba siempre patrocinadores", narra Antonio.

Estatua de Peneque en Écija. Cedida.

Desde la radio pirata de Villanueva de la Serena, Peneque llegó a consolidarse como un clásico del Teatro Tradicional de Títeres y ya cuenta con 16 pequeñas estatuas alrededor de España. La técnica empleada para dar vida al personaje es el títere de guante; el cual, comenta Antonio, confecciona el propio titiritero. El mismo guante que creó Miguel Pino y con el que cogió carretera y manta para darlo a conocer por toda España es el que, después de 63 años, porta su hijo Antonio: "Es el auténtico".

Salvo una restauración que se hizo al muñeco, que consistió en reponer el fieltro que le envuelve, no ha vuelto a ser remodelado. Aún así, existen dos copias: la original, en cartón piedra, y su igual, confeccionada en madera. En la actualidad, son Isabel Hurtado, Miguel Pino —su mujer y su hermano respectivamente— y el propio Antonio, los que recorren España contando las aventuras de Peneque El Valiente, a través de la compañía Producciones Infantiles Miguel Pino.

Isabel Hurtado, Antonio y Miguel Pino. Cedida.

Peneque ha llegado hasta a Estados Unidos, donde los hermanos Pino quisieron contar la historia del paisano Bernardo de Gálvez, al que incluyeron en las aventuras de su pequeño títere. De Gálvez, virrey de Nueva España, fue un militar que tuvo un papel muy importante en la batalla de Pensacola, en La Florida, durante la Guerra de la Independencia del país norteamericano. En reconocimiento a su hazaña, fue nombrado Americano de Honor y se colgó su retrato en el Capitolio de Washington D. C.. Otro de los personajes históricos al que los Pino han querido dar a conocer es al intelectual Abate Marchena.

La vocación de la compañía, tal y como reza su nombre, "Producciones infantiles", son los niños. Antonio siente la responsabilidad del que se sabe protagonista de "la primera vez de un niño en el teatro". Pino propone siempre el mismo plan para uno de los primeros encuentros de un muchacho con la cultura: "Ir con los abuelos, con papá, con mamá, con los titos y con quien tenga cerca".

"Cuando llega nuestro pequeño teatro de ilusiones, la familia se une", cuenta el malagueño emocionado, reconociendo un hecho importante: "El abuelo o la abuela vio a Peneque, el hijo o la hija vio a Peneque; pero es que ahora el nieto, los hijos de los hijos, están viendo a Peneque, en la era de la tecnología".

Narra la experiencia con la misma ilusión que un cofrade se adentra en el Domingo de Ramos: "Coges la calle Echegaray tan bonita, un domingo por la mañana, de la mano de tu familia. Entrar al teatro, eso tan bonito, con ese hall que tiene. Ya dentro, ese telón rojo intenso, tan fuerte. Eso es inolvidable". 

Al titiritero el arte dramático le viene de familia, y por eso no es de extrañar que se emocione tanto al ver cómo los abuelos llevan a sus nietos al teatro. Dice que "produce muchísima ilusión y da fuerzas para continuar". Antonio aún conserva la emoción de cuando una familia se le acercó y le hizo un regalo: "Habían visto cómo se me caía el helado antes de la función y me dieron uno nuevo". Así es cómo Pino nota el calor del público, reconociendo "el cariño que te devuelven por el momento tan feliz que han pasado en familia".

Una de las señas de identidad de El Valiente es la participación del público. "Nosotros siempre rompemos la cuarta pared", es la metáfora que usa Antonio, refiriéndose a que siempre buscan hacer partícipe al público de las aventuras de Peneque El Valiente

Citas con Peneque en Málaga

Este año, Peneque aún se encontrará tres veces más con Málaga. La próxima cita forma parte del Festival de Títeres de Málaga y tendrá lugar en el auditorio Eduardo Ocón, en el Paseo del Parque. Más adelante, durante la Feria de Málaga, llevarán también una actuación a la Caseta Municipal Infantil. Como colofón al año 2022 en Málaga, llevarán a Peneque al Teatro Echegaray el 18 de diciembre.

Además, el próximo año 2023 se cumplen cien años del nacimiento de Miguel Pino, el padre de Antonio y Miguel, pero también, de Peneque. Antonio Pino ha anunciado a este periódico en primicia que "están preparando muchos actos para el próximo año". Dice que "están ya ensayando" y que dará la vuelta a España.

La función de 'La guitarra voladora'. Cedida.

Compañía 'Producciones Infantiles Miguel Pino'

La compañía familiar produce otros espectáculos además del de su estrella Peneque. Con los títeres como protagonistas, han llevado La guitarra voladora a la bienal de Sevilla y de Málaga y han dado a conocer la ópera a los más pequeños mediante la obra El corazón que mueve la ópera. 

Lo cierto es que la productora no ha dejado de viajar y de producir historias que alimentan la imaginación de los niños, pero la frase con la que Miguel Pino llamaba a su muñeco aún resuena en los teatros españoles: "Peneque, Peneque, dónde te metes".

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