Málaga

Josefina Molina firmó una de las películas españolas más feministas y necesarias en los años 80: Función de noche. La directora hablaba abiertamente de la opresión que las mujeres vivían en la España postfranquista y lo hizo sumergiéndose en la vida de una pareja real, Lola Herrera y Daniel Dicenta, un matrimonio que se divorció hace años y recuerda los buenos y malos momentos de su vida en común.

La cinta retrata una generación de mujeres de la posguerra con sus miedos y sus inseguridades. Elvira Lindo la define como "el llanto de la mujer que ha pasado la vida esforzándose por sacar a sus hijos adelante, por hacerlo sola, por vivir en lucha permanente contra sus complejos, por dejar atrás los tiempos de la miseria y la ignorancia". "Todo eso dicho con insólita valentía en el año 1981", destaca la escritora en una columna reciente en El País.

Herrera fue capaz de hablar de temas tabú para las mujeres en esa época (y ahora también) como la insatisfacción sexual. En la mente de muchos cinéfilos queda aquella confesión ante su exmarido y toda España: "No he sentido un orgasmo en mi vida". La actriz recordó en el programa Imprescindibles de TVE que muchos conocidos le retiraron el saludo y la llamaron "exhibicionista" tras el estreno de la inclasificable película, concebida como "el primer reality en España". 

La Filmoteca de Andalucía proyectará este martes en el Teatro Cánovas, en Málaga, el filme de Josefina Molina rodado en un tiempo donde las directoras de cine eran vistas como algo exótico. La proyección, prevista a las 20:00, es libre y gratuita hasta completar aforo. 

Sinopsis

La actriz Lola Herrera está representando todas las noches el monólogo de Miguel Delibes Cinco horas con Mario. A lo largo de las representaciones ha ido experimentando un gran cambio en su personalidad, llegando a confundir su vida con la de Carmen Sotillo, el personaje de la función.

Él es el también actor Daniel Dicenta. Encerrados en su camerino, separados tras varios años de matrimonio, hablan y discuten mientras repasan su vida marital, las causas que les llevaron a romper y el trauma que supuso para su hija. A medio camino entre el documental y la ficción, la película de Molina revela la íntima y doliente conversación de la expareja.

Lola confiesa toda la angustia y dolor sufrido durante sus años de convivencia, aunque él no logra comprender todo el sufrimiento y se intenta justificar. Fuera del camerino, se intercalan otros momentos de la vida que suceden en el exterior y en el que aparecen otros personajes como su amiga Juana, el cirujano plástico, la vidente o su hija.

La cinta es una crítica hacia los valores imperantes en la sociedad de la Transición realizada por una de las escasas directoras de cine de los ochenta junto a Pilar Miró y Cecilia Bartolomé, censurada durante el Franquismo. Una hora y media rodada en 1981 con la participación no sólo de Herrera y Dicenta, también participan Natalia Dicenta, Daniel Dicenta, Luis Rodríguez, Margarita Forrest, Jacinto Bravoy Francisco Teres entre otros. 

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