Fuegos artificiales, marajás, una caseta de tiro, palmeras quemadas y hasta una intervención de los bomberos. Ernest Hemingway celebró su 60 cumpleaños como mejor sabía: divirtiéndose a lo grande en un retiro dorado de Málaga. El Premio Nobel eligió una mansión decimonónica en Churriana, propiedad de un matrimonio californiano aficionado al toreo, como ubicación de la legendaria fiesta.

Ese verano, el escritor visitó España para vivir en primera personal el enfrentamiento taurino y personal entre Luis Miguel Dominguín y Antonio Ordóñez que pasaría a la historia como El verano peligroso. "Tenía un jardín tan precioso como el Botánico de Madrid. La casa era enorme, magnífica y fresca, de habitaciones espaciosas y alfombras de esparto en cada una de ellas", relata el propio autor sobre la finca.

El Ayuntamiento ha descubierto este miércoles una placa en la mansión de Churriana donde el autor sopló los 60 años y escribió la famosa serie de artículos para Life. "Tenemos varias pruebas gráficas de su estancia en esta finca de recreo maravillosa que es la Cónsula, como las fotos del legado de Hemingway que están en la biblioteca Kennedy de Boston", ha señalado la concejala de Cultura, Noelia Losada.

La placa Málaga hace historia en honor a Hemingway. A. M.

El mosaico de Eugenio Chicano. A. M.

El Consistorio ha arreglado este año la alberca donde está el magnífico mosaico de Eugenio Chicano que recuerda también a Hemingway. Ahora, le acompañará otra placa homenaje de Málaga hace historia. En ella se puede leer: "Ernest Hemingway (1899-1961) se alojó en La Cónsula, propiedad de la familia Davis, en 1959 para escribir El verano peligroso, que narra el duelo taurino entre Ordoñez y Dominguín. Aquí celebró, con una fastuosa fiesta, su 60 cumpleaños". 

"Hay otros lugares donde su estancia fue más fugaz y la resaltan con más vehemencia que en Málaga quizás porque tengamos la suerte de habitar una ciudad que ha sido imán de muchas personas de relevancia", ha destacado Losada. Málaga también está vinculada a los Premios Nobel Vicente Aleixandre y a Severo Ochoa. Al primero le debemos los versos de Ciudad del Paraíso y al segundo que siempre subrayara su formación en el bachillerato malagueño para afianzar su vocación científica.

"El propósito de colocar esta placa es valorar la historia del municipio. Este pueblo fue lugar de recreo y de disfrute de muchas familias de Málaga con casas que, más tarde, habitaron extranjeros como Gerald Brenan, la familia Grice Hutchinson, los mismos Davis, sin olvidar a españoles importantes como Julio Caro Baroja", ha explicado la concejala de Cultura.

La finca de Churriana donde estuvo Hemingway. A. M

Otras placas

La primera placa del Plan Málaga hace historia se colocó el 26 de marzo en Villa Maya en honor del cónsul mexicano Porfirio Smerdou, quien diera cobijo a decenas de refugiados de ambos bandos durante la Guerra Civil. El pasado 15 de mayo se colocó la segunda placa en el edificio del Colegio de Prácticas Número 1, en la Plaza de la Constitución. Este edificio ha tenido un uso continuado educativo desde el siglo XVII. Desde hace dos meses el restaurante Bilmore acoge la placa dedicada a Rafael Pérez Estrada, donde el escritor y abogado malagueño realizaba sus tertulias.

Fue aquel verano del 59 muy tumultuoso en la vida del Nobel. El genio de la literatura universal cayó después en una depresión y, alcoholizado, decidió acabar con su vida de un tiro apenas dos años más tarde. Pero queda en La Cónsula el recuerdo de una época memorable con fiestas y divertimentos, cuando parecía que todo el peligro eran los pases arriesgados en el ruedo de Dominguín y Ordoñez y unas resacas pesadas de vino, bajo el olor de los jazmines de estos maravillosos jardines.

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