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El 2 de febrero de 2012 se inauguró la Casa Ronald McDonald en Málaga. Está situada a escasos metros del Hospital Materno de Málaga y, desde entonces, ha acogido a centenares de familias en el peor momento de sus vidas. 

Familias de Almería, Granada, Córdoba, Marruecos e incluso de la propia provincia de Málaga a las que un día les dicen que tienen que ingresar a su hijo o hija en el Materno de Málaga por una enfermedad o accidente grave y saben que van a estar muchas semanas, meses o incluso un año allí. 

Familias que no pueden pagar tanto tiempo una vivienda en Málaga porque en muchas ocasiones ya están pagando una hipoteca en su lugar de origen. Muchas familias que incluso se ven obligadas a dejar sus trabajos para estar con sus hijos el tiempo que sea necesario para que se curen o para que, lamentablemente en otros casos, fallezcan. 

La Casa Ronald McDonald nació para eso. Para ayudar a esos padres en esos duros momentos. Para darles una habitación, una ducha, terapias, en definitiva, como dijo una de las madres, dignidad y no tener que estar meses en una habitación de hospital. Un servicio humano que, además, es completamente gratuito. Se financia con las donaciones de particulares y empresas. 

Belén Collantes es la gerente de la casa en Málaga desde hace tres años y la protagonista de esta nueva entrevista para la sección Málaga se mueve que grabamos en el plató de la empresa Opplus. Puede ver la entrevista íntegra en el vídeo. 

Háblenos de usted. ¿Quién es Belén Collantes?

Tengo 43 años, soy de Madrid, llevo en Málaga desde el 2020, soy madre de dos niños de 9 y 5 años y estudié comunicación audiovisual. Estaba entre psicología y comunicación audiovisual porque mi madre es psicóloga y, al final, me decanté por comunicación porque veía mucho las series y las pelis y escribía historias. Tenía esa vena muy fantasiosa.

Siempre me ha gustado mucho escuchar, volcarme, no sé, supongo que porque lo he visto también mucho en casa. He trabajado siempre en la producción, en gestión de proyectos. He vivido en Santiago de Chile casi 5 años llevando el departamento audiovisual dentro del departamento de marketing de una empresa.

¿Cómo acabó en Málaga?

Volví a Madrid y trabajé para grupos de comunicación. Vine a Málaga por motivos laborales de mi marido y porque era justo la pandemia y quería estar más con mis hijos. Íbamos a estar tres años en Málaga y ya la idea es quedarnos aquí porque estamos enamorados de Málaga y supercontentos. Es un sitio estupendo para quedarse y echar raíces.

¿Cómo empezó a trabajar de gerente en la casa de Ronald McDonald?

Me escribió una amiga de Madrid y me dijo que estaba esta casa en Málaga y que necesitaban una gerente. Yo no tenía experiencia en fundaciones y pedían un perfil bastante estricto con una experiencia importante. También necesitaban una buena parte de gestión de la casa en sí y de comunicación y trato con las empresas.

Empecé a indagar. No conocía la labor que hacían en la casa y me pareció maravillosa, una gran desconocida. Me presenté al cargo, hice todas las entrevistas, me pidieron un proyecto en el que trabajé mucho y creo que me cogieron por la pasión que le puse.

Belén Collantes, gerente de la Casa Ronald McDonald en Málaga momentos antes de la entrevista. Angel Recio

La pasión es importantísima, sobre todo porque es un trabajo duro al estar continuamente con niños enfermos y sus familias.

Trabajar en la casa para mí es un regalo. Me preguntan mucho que debe ser un trabajo difícil y yo en ese parte siempre me alejo un poco porque digo que es difícil para las familias que están allí. Es complejo no apropiarse también de ese dolor de las familias, sobre todo si el niño o la niña fallece. Incluso en esas ocasiones es tremendo ver la gratitud en los padres. Están devastados y se van con palabras de agradecimiento.

Yo lo que hago es acompañar, empatizar muchísimo y apoyar todo lo que está en mi mano, que traspasa además lo profesional y lo laboral, porque esto te lleva a un terreno personal. Con veintipico años yo tuve un linfoma y recuerdo que el diagnóstico lo llevó peor mi madre casi que yo.

Los padres sufren muchísimo porque al final la enfermedad grave de un hijo afecta a toda la familia. Es un hecho traumático para toda la familia. Como dice Laura García, la oncóloga del Hospital Materno Infantil, cuando un niño enferma, enferma toda la familia. Hay que dar apoyo tanto a ese peque que está malito como a la familia en su totalidad. Nosotros al final lo que hacemos es eso, centrar el cuidado en toda la familia.

Para el que no conozca la Casa Ronald McDonald, ¿cómo la describiría?

Es un hogar fuera del hogar. Ofrecemos un apoyo fundamental a familias que tienen hijos o hijas gravemente enfermos y se ven obligados a trasladarse a Málaga capital para que reciban el tratamiento médico que necesitan en los hospitales de referencia de Málaga. Muchas familias son de Jaén, de Almería, de Granada, de Cádiz…

También de la propia provincia de Málaga que no pueden ir y venir todos los días por el gasto que supone en gasolina y porque no están emocionalmente disponibles para conducir. Hace poco el padre de una familia de San Pedro Alcántara me decía: “He tenido que ir a casa y no sé ni cómo he llegado”, porque está devastado por el diagnóstico.



Hablamos de enfermedades que son de larga duración, a veces son 3 meses, otras son 6 meses o incluso llegan a estar un año en la casa. La casa ofrece un apoyo integral. Está primero la parte económica, porque alojarse es completamente gratuito. Hay historias que son tremendas. Muchas familias han tenido que dejar de trabajar, muchos autónomos que tienen a lo mejor un establecimiento en su pueblo o ciudad y que han tenido que cerrar y dejan de recibir ingresos.

"Trabajar en la casa para mí es un regalo. Es tremendo ver la gratitud en los padres. Están devastados y se van con palabras de agradecimiento"

Imagínate cuando a tu hijo le diagnostican una enfermedad grave, que eso ya te deja en shock, si además te dicen: “Y ahora haces las maletas, dejas tu casa, la cierras, dejas a tu familia, dejas a tus amigos y te vas a un sitio donde no conoces a nadie”. Disponer de la casa Ronald McDonald es una ayuda inmensa.



Y luego está el apoyo emocional. Estamos a un minuto andando del Materno. Eso le da mucha seguridad a las familias y les permite estar muy implicadas en las decisiones médicas.

Recuerdo un caso de una madre de Vélez Málaga, Alba, cuya niña nació con un problema de oxígeno muy grande. Le dieron el alta a la madre y a la niña la dejaron ingresada en el Materno. Le dijeron que se fuera a casa y que la llamarían si había que operarla o si falleciera. Claro, esta madre decía que no se iba. Que se quedaba allí aunque tuviera que dormir en la calle. Estuvo 3 meses en la casa y nos dijo que la casa a ella le aportó dignidad en el peor momento de su vida. Dignidad para poder dormir en un colchón en una habitación con baño, poder cocinar, ducharse.

Por otra parte, las familias acaban haciendo terapia entre ellas y se crean vínculos importantes.



En una situación tan extrema deben estar todas las familias casi hermanadas.



Sí, nosotros tenemos 14 habitaciones en la casa. 14 familias que conviven. Cuando una familia llega con un drama que no es menor, conoce otras 13 historias, otras 13 familias que tienen su drama. Entre ellas se ayudan muchísimo.

Recuerdo una madre que llevaba unos 8 días en la casa y coincidió en la cocina con otra a la que le habían dado una mala noticia sobre su hija y estaba llorando. Esta mujer, sin conocerla, le agarró de la mano y se puso a llorar con ella. Al rato se miraron y se pusieron a reír.

Estas cosas unen. Hay situaciones que a lo mejor no te apetece contar en el hospital, o a tu primo que te llama, pero de repente se lo cuentas a una persona que no conoces pero que te va a comprender, escuchar y acompañar.

Luego tenemos a los voluntarios, que organizan actividades tanto con los peques como con los padres y las madres. A veces tenemos más padres y madres en la casa que niños, porque los niños están hospitalizados o son bebés prematuros. Hacemos yoga, pilates, musicoterapia, viene un fisio y te da un masaje que te quita una contractura… Intentamos que los padres estén bien, que su estado anímico vaya para delante, darles energía y aportarles esa esperanza que necesitan en su lucha diaria.

Es verdad que la casa está junto al Materno, pero con un gran jardín y más apartada que da tranquilidad.



Sí. Hace poco me decía un padre que era tremendo estar más de 12 horas al día en el hospital, escuchando la maquinaria de hospital, con el olor a hospital. Y que en la casa se escuchaba a los pájaros. Es un terreno que cedió la Diputación y hay árboles, palmeras… Hay un supermercado cerca y las familias pueden comprar comida. Hay padres y madres que duermen por el día, porque hacen turnos para estar con su bebé en ese momento que está hospitalizado. Cada familia se organiza de una manera. Nosotros lo que hacemos es acompañarles y adaptarnos a sus necesidades.



También ayudamos mucho a que la familia esté unida en su totalidad. El daño colateral de esta enfermedad que es tremenda es el hermanito sano que se queda en su casa con un familiar, con los abuelos y de repente, claro, ve cómo su hermano que está enfermo se va, pero también se van sus padres y no se van un par de semanas, se van mucho tiempo.



Ese niño que está sano también tiene unas consecuencias emocionales que son dramáticas, también lo está pasando mal. Nosotros siempre decimos que se traigan también a sus hermanitos si pueden y si no, bueno, pues en vacaciones de verano, ahora que son vacaciones de Navidad, fines de semana…

Una madre de Jaén con un niño de 6 años que dejó en casa de los abuelos me dijo que su hijo lloraba todas las noches. Me decía que el sentimiento de culpa que tenían como padres era devastador. Pasó el verano con nosotros y el niño volvía a estar feliz.



Debe ser muy gratificante ver cuando las familias se van de la casa con su hijo o hija curados.

Para mí, como he comentado, es un regalo poder trabajar como gerente de esta casa. Es precioso cuando vienen a revisiones, se pasan por la casa y y ves cómo van evolucionando y va todo bien. Lamentablemente muchas enfermedades son recurrentes y muchas familias se ven obligadas a repetir su estancia. Hace poco un peque que ya había estado antes nos preguntaba qué habitación le iba a tocar, si pulpo o rana, porque nosotros no tenemos números en las habitaciones sino animalitos. A los peques les encanta.



Comenta que hay 14 habitaciones. ¿Están siempre llenas? ¿Hay lista de espera?



Este año tenemos un 92% de ocupación. Hay momentos que hemos tenido la casa llena con lista de espera y hay otros momentos que tenemos disponibilidad.

¿Cómo es el proceso para alojarse?

La mayoría de las familias nos las deriva el Hospital Materno Infantil, siempre a través de la Unidad de Trabajo Social. No es que la familia llegue y la alojemos, sino que siempre es a través del hospital. Nosotros abarcamos todas las patologías, todas las enfermedades graves, también accidentes que dejan al niño o a la niña en un estado crítico.



Hace poco tuvimos un fallecimiento de un bebé en la casa y la familia nos escribió una carta a los dos días preciosísima. Otra familia cuyo niño falleció se tatuó en la muñeca el animalito de la habitación en la que estuvieron porque decían que, al menos, pudieron estar con su hijo en todo momento.



Es tremendo.

Es tremendo y te hace aprender, agradecer y seguir ayudando porque ves que es necesario y ves el impacto que tiene.



¿Cuántas casas Ronald McDonald hay en España?

Tenemos cinco casas que están en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga. Luego hay cuatro salas familiares dentro de los hospitales que están en Madrid, Barcelona, Murcia y Zaragoza y un camión de recogida de leche materna que está en Madrid.

Eso en España, pero en el mundo hay 389 casas, 271 salas familiares dentro de hospitales y 41 clínicas móviles.

"Una madre nos dijo que la casa a ella le aportó dignidad en el peor momento de su vida. Dignidad para poder dormir en un colchón en una habitación con baño, poder cocinar, ducharse. Por otra parte, las familias acaban haciendo terapia entre ellas y se crean vínculos importantes"

¿Cómo surgió?

Es una historia preciosa. Viene de los años 70, de Filadelfia, Estados Unidos, cuando a una familia le diagnosticaron una leucemia a su hija de 3 años. Esa familia empezó a pasar mucho tiempo en el hospital y conoció a otras familias que no podían estar con sus hijos porque no tenían dónde vivir. Junto a la oncóloga preguntaron qué podían hacer para ayudar y pidieron ayuda a los restaurantes McDonalds que había por la zona para que hiciera una recaudación de fondos y se pudiera rehabilitar una casita que había cerca del hospital para que fuera una casa de acogida para las familias.

No tenía nada que ver con su modelo de negocio, pero los restaurantes McDonald’s se implicaron en la causa, recaudaron el dinero, se lo dieron al hospital y se creó la primera casa de acogida del mundo cerca de un hospital de referencia y la llaman Casa Ronald McDonald en agradecimiento a la enorme contribución que habían hecho los restaurantes.

Los sanitarios decían que hacían falta más casas de ese tipo y siguieron pidiendo ayuda a McDonalds, que sigue colaborando.

¿Cómo ayuda McDonalds?



En cada país ayuda de una manera. En España hay 10 casas y ayudan, sobre todo, en la creación de estas casas, pero el mantenimiento lo tenemos que conseguir a nivel local.

¿Cómo se financia entonces?

Hace poco fue el McHappy Day, en el que McDonald’s dona a la fundación la recaudación que se consigue en un día por el BigMac. Con eso abrimos nuevos programas como la sala familiar del Hospital de Oviedo, que se va a abrir el año que viene, u otra sala familiar que se va a abrir en un hospital en Palma Mallorca y otro proyecto que hay también en 2027 de otra casa en Madrid.

Belén Collantes minutos antes de la entrevista grabada en el plató de Opplus. Angel Recio

Pero el mantenimiento de los que ya existen lo tenemos que conseguir a nivel local. La casa de Málaga cuesta 400.000 euros al año. Tenemos la casa operativa 24 horas y somos cuatro trabajadores. Nosotros empezamos en enero haciendo un montón de acciones para conseguir donativos.

¿Cómo se puede colaborar?

Hay muchas maneras de colaborar. Te puedes hacer socio de la casa desde un euro al mes. También pedimos ayuda a las empresas con un programa que se llama Marca que construye. También organizamos eventos anuales como una cena de gala, torneos de golf… Todo lo que se nos ocurre. Bueno, todo lo que se nos ocurre.

¿Es Málaga solidaria?

Málaga es solidaria. Hay muchas fundaciones y asociaciones con una labor maravillosa y cuesta. Para nosotros es importante que se nos conozca porque hay mucha confusión por el nombre.

La gente piensa que eso lo paga todo McDonalds.

Claro. Ellos creyeron y gracias a ellos existen todos estos programas que ayudan tantísimo, pero luego el mantenimiento tiene un coste tremendo.