Cada diciembre, cuando se acerca el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, la misma pregunta se repite en bares, casas y administraciones de lotería de Málaga. ¿Hay números con más suerte que otros? ¿Existen patrones ocultos detrás de los premios que han caído en la provincia a lo largo de la historia o todo es puro azar?
Para intentar responder a esa cuestión recurrente, basta con observar los números en los que ha recaído el Gordo en la provincia de Málaga desde que existen registros. La lista de números es tan amplia como caprichosa. El 05.228 en 1842, el 20.426 en 1964, el 19.381 en 1970, el 12.176 en 1974, el 03.772 en 1986, el 21.583 en 1988, el 42.473 en 2003, el 03.347 en 2018, el 05.490 en 2022 y el 88.088 en 2023.
A simple vista, el lector puede caer en la tentación de buscar coincidencias. Terminaciones que se repiten, cifras que se ven más que otras o supuestos números malditos y afortunados. Sin embargo, el análisis frío de los datos desmonta buena parte de esas creencias.
Para ello hemos recurrido a la inteligencia artificial, que al analizar esta serie histórica, no detecta ningún patrón matemático consistente. No hay un número que se repita exactamente, ni una terminación dominante que se imponga sobre el resto. Las últimas cifras varían de forma completamente dispersa y no existe una secuencia reconocible que permita establecer tendencias.
Uno de los elementos que más llama la atención es la presencia reiterada de los llamados números feos. Ceros a la izquierda, combinaciones poco atractivas y cifras que muchos jugadores descartan por intuición han resultado premiadas en Málaga sin ningún tipo de complejo. "El 03.347 o el 05.490 son ejemplos claros de que la estética del número no influye en absoluto en la probabilidad de que salga", dice.
También se desmonta otro de los grandes mitos. Los números altos no salen menos, tampoco. El 88.088, premiado en 2023, es una de las combinaciones más elevadas y visualmente llamativas que ha dejado el Gordo en la provincia, y confirma que no hay franjas numéricas más o menos probables. Con ese número vivió Málaga su último premio Gordo.
Si hay una sensación de que en los últimos años Málaga ha tenido más suerte, la explicación no está en el azar, sino en el contexto. Desde 2003 hasta hoy, el Gordo ha caído cuatro veces en la provincia. No porque los números se comporten de forma distinta, sino porque hay más puntos de venta, más series, más décimos en circulación y una mayor participación de jugadores.
La conclusión a la que llega la IA es tan clara como poco romántica para los verdaderos jugones de la Lotería de Navidad. El único patrón real es que "no hay patrón", así lo cree ChatGPT. Cada número tiene exactamente la misma probabilidad de salir premiado, independientemente de su forma, de su terminación o de las historias que se le atribuyan.
Y, sin embargo, la magia de la Lotería de Navidad no está en las matemáticas. Está en esa necesidad humana de buscar señales en ciertos números, de interpretar coincidencias y de pensar que, quizá este año, ese número que descansa en el cajón del salón va a darnos la alegría de estas fiestas. Aunque los datos digan lo contrario, la ilusión sigue siendo, cada 22 de diciembre, la única constante que nunca falla.
