Las claves
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Tras un año de convivencia pacífica, la Zona de Bajas Emisiones de Málaga inicia este domingo, 30 de noviembre, su segunda fase.
Y con ello abre de par en par la puerta a la aplicación de sanciones de hasta 200 euros a aquellos vehículos que accedan a la zona prohibida sin cumplir las exigencias medioambientales fijadas.
Las restricciones, en cualquier caso, siguen siendo ciertamente reducidas, por cuanto únicamente se verán afectados aquellos vehículos que carezcan de alguna de las etiquetas de la DGT y que estén registrados fuera de Málaga capital.
Esto implica que los vehículos censados en la capital de la Costa del Sol siguen, por segundo año, sin tener alteración en su día a día, pudiendo entrar en las 437 hectáreas delimitadas como ZBE sin control alguno.
El cartel que anuncia la zona de Bajas Emisiones en el paseo marítimo, junto al puerto.
Esta situación beneficia a aquellos que cuenten con etiqueta Cero, Eco, C y B, así como a los que carezcan de la misma, pero estén domiciliados en Málaga.
La decisión del equipo de gobierno del PP de establecer diferentes periodos de gracia pone de manifiesto la enorme flexibilidad con la que se aplica la nueva ordenanza.
Vuelta de tuerca
El tercer año de aplicación se dará una nueva vuelta de tuerca al sistema. Aunque sin afectación alguna sobre los vehículos domiciliados en la capital. De manera precisa, podrán entrar aquellos que cuenten con etiqueta Cero, Eco y C, ya estén empadronados en la ciudad o provengan de otros puntos.
Sin embargo, tendrán prohibido el paso aquellos con etiqueta B y los que carezcan de ella que estén domiciliados fuera de la capital. Esta medida no afecta a los censados en la ciudad.
En el caso de las furgonetas, durante los cuatro primeros años pueden entrar los que tengan etiqueta Cero, Eco, C, B y los que carezcan de ella. Es el quinto año cuando se aplican las primeras restricciones, ya que no podrán acceder los de etiqueta B que no estén domiciliados en Málaga ni aquellos que carezcan de etiqueta.
La circulación de la ZBE queda libre también para transporte colectivo regular para viajeros, taxi/VTC, vehículos históricos y camiones. Y será libre, previa autorización, para asistencia sanitaria, fuerzas y cuerpos de seguridad, servicios municipales y servicios privados de especial necesidad.
Hoja de ruta
Los documentos que sirvieron de base para el diseño definitivo de la ZBE llegaron a realizar previsiones sobre el impacto económico que tendrá en el corto, medio y largo plazo esta iniciativa.
Una de las más significativas tiene que ver con las miles de multas que se pondrán todos los años a los vehículos que accedan a la ZBE sin autorización para ello. En concreto, según lo recogido en el proyecto, se preveía una media de 78.900 multas al año, lo que reportaría a las arcas municipales del orden de 11,7 millones de euros anuales.
Y ello como consecuencia de todas las penalizaciones (una media de 263 diarias) que se impondrán a los miles de vehículos que seguirán accediendo a la urbe desde los municipios de la periferia y del resto de la provincia.
En concreto, según estos cálculos, el 12,7% de los vehículos que acceden actualmente a la ZBE tiene restricción para hacerlo, por lo que, llegado el momento, podrían ser sancionados.
Se estima que el primer año podría ser multado el 1%, lo que se traducirá en unas 263 al día, a razón de 200 euros por infracción. No obstante, se prevé que más de la mitad se acoja al pronto-pago, lo que reduce la multa a 100 euros.
En el seno de la Casona del Parque se asume que los cálculos iniciales irán disminuyendo con el paso del tiempo, dada la mayor información que tendrán los ciudadanos a la hora de acceder o no a la ZBE y de la previsible modificación del parque de automóviles, de manera que se produzca un crecimiento de los coches menos contaminantes.
Al tiempo, los especialistas creen que como consecuencia de la entrada en vigor de la misma habrá un trasvase de usuarios del vehículo privado al transporte público. Y ello se dejará sentir, en positivo, en los resultados de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT).
Delimitación de la Zona de Bajas Emisiones de Málaga.
En concreto, se apunta que del orden del 1,5% de todos los que acceden ahora a la ZBE (unas 4.000 personas) se pasará al transporte público, generando unos ingresos añadidos de unos 505.700 euros para la EMT, a razón de un viaje promedio de 0,42 euros.
Por otro lado, los técnicos ponen en valor la incidencia positiva que la creación de la Zona de Bajas Emisiones tendrá sobre el valor de los inmuebles en la capital de la Costa del Sol.
Tomando como referencia lo ocurrido en otras ciudades donde esta experiencia ya es conocida, calcularon una revalorización de entre el 10% y el 20% de las viviendas localizadas en la zona.
Delimitación con las calles
La delimitación final está formada por el paseo marítimo Antonio Machado, la avenida Ingeniero José María Garnica, la Explanada de la Estación, la plaza de la Solidaridad, la avenida de las Américas, la avenida de la Aurora, los Jardines de Picasso, la avenida de Andalucía, la calle Compositor Lehmberg Ruiz, calle Hilera, calle Santa Elena, calle Honduras, calle Arango, calle Martínez Maldonado, avenida de Barcelona, plaza del Hospital Civil, avenida Doctor Gálvez Ginachero, calle Mazarredo, avenida del Arroyo de los Ángeles, Paseo de Martiricos, calle Huerto de los Claveles, calle Marqués de Cádiz, calle Juan del Encina, calle Empecinado, plaza Capuchinos, Alameda de Capuchinos, plaza Olletas, calle Toquero, calle Obispo González García, calle Amargura, calle Ferrándiz, Paseo Salvador Rueda, calle Rafael Pérez Estrada y paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso.
