Las claves
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Sonia aún está con el susto en el cuerpo. La imagen de su nieto, de apenas cinco años, ensangrentado y tendido sobre el asfalto, se le repite una y otra vez desde la tarde del martes. “No sé de dónde saqué fuerzas. En ese momento solo podía pensar en coger a mi niño y sacarlo del suelo”, confiesa, muy afectada.
Todo ocurrió este martes sobre las cuatro de la tarde en la calle Utopía, en Manilva, entre la Escuela de Música y los juzgados. Un trayecto que, en cuestión de segundos, se convirtió en una pesadilla para esta abuela.
Sonia había aparcado en la plaza junto a los juzgados. Iba acompañada de sus dos nietos y se encontraba junto al coche preparando al pequeño cuando, sin previo aviso, un patinete eléctrico apareció circulando en dirección contraria “a una velocidad que no es normal”.
“Y de pronto, arrolló a mi niño, no me dio tiempo a reacción”, relata. El menor chocó contra el patinete, cayó hacia delante y dio con la cabeza en el suelo, junto al coche. “Fue todo tan rápido…”, recuerda.
El conductor, un chico menor de edad, que según la familia podría ser de origen árabe, también cayó al impacto y se lastimó la boca. Pero lejos de asistir al menor, se levantó y trató de huir. "Yo les dije el detalle a los agentes por si alguien acudía al hospital a curarse una herida en la boca", cuenta la abuela del pequeño.
“Yo le gritaba que se quedara, que el niño estaba lleno de sangre, que ya venía la policía”, relata Sonia. Salió del lugar a la carrera, pese a los gritos de desespero de Sonia, y este regresó únicamente para recoger el patinete y volvió a marcharse.
“No dijo nada, ni una palabra. Yo llorando, pidiéndole que por favor no se fuera”, recuerda. Según el relato de la mujer, la Policía Local ya lo había parado momentos antes porque lo habían visto hacer caballitos con el patinete. El chico no era muy conocido, por lo que debe ser nuevo en la zona.
La ambulancia atendió al niño dentro del coche de su abuela. Después, la Policía y los sanitarios organizaban el traslado porque el pequeño no dejaba de dormirse y se quejaba del cuello y de las piernas, que al principio ni movía.
Tuvo que ser evacuado en una ambulancia hasta un hospital de Estepona, donde le asistieron en un primer momento. Luego, otra ambulancia lo llevó al Hospital Costa del Sol, con un traumatismo craneal sin llegar a perder el conocimiento y policontusiones, según recoge el informe médico. Necesitó puntos en una herida profunda que se hizo en la frente.
A pesar de todo, el pequeño intenta normalizar lo ocurrido: “Esta mañana decía que un niño malo le había hecho pupa. Tiene solo cinco añitos…”, lamenta su abuela, con emoción. Afortunadamente este mediodía el Ayuntamiento de Manilva ha anunciado que el conductor del patinete, menor de edad, ha sido localizado 24 horas después de los hechos.
Así, fuentes municipales han confirmado que el menor tuvo que ser acompañado por su padre para prestar declaración. A partir de ahí, se continúan las diligencias y se le confiscó el patinete.
Si bien, la abuela insiste en algo que repite varias veces durante la conversación: el peligro de los patinetes en la zona. “Van a unas velocidades que no son normales. Y encima en dirección contraria. Es peligroso y cualquier día va a pasar algo peor”, declara, pidiendo responsabilidades a las autoridades.
Mientras habla, se escucha cómo Sonia contiene el llanto. “Yo no sé cómo tuve fuerza. Ayer no pude dormir. Se me repite la imagen de mi niño cayendo con la cabeza delante del coche”. Aunque el pequeño evoluciona bien, tiene el ojo muy hinchado y el susto permanece. “De verdad, fue horrible. La gente no sabe el daño que puede hacer”, zanja.
