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Las claves

La construcción es, por méritos propios, uno de los grandes pilares de la economía en España. Y, de manera particular, de la provincia de Málaga. 

Durante décadas, el ladrillo ha movido el motor de la actividad diaria de este territorio y ha sido destino de decenas de miles de trabajadores.

Sin embargo, en los últimos tiempos el sector se topa de lleno con una realidad incuestionable: las nuevas generaciones no quieren saber nada de este oficio.

Juan, de 50 años de edad, lleva casi la mitad de su vida ligado al cemento. Desde los 25 trabaja como obrero, tarea que le ha llevado, de promoción a promoción, por buena parte de la geografía malagueña.

Cuando trata de reflexionar sobre su situación personal y lo que ve alrededor admite cierta preocupación. "Gano unos 2.000 euros al mes, un sueldo digno, pero acabo con el cuerpo hecho polvo", confiesa.

Y es que por mucho que la tarea en el tajo se ha mecanizado, el día a día sigue estando marcado, en muchas ocasiones, por grandes esfuerzos. Bien lo saben quienes se ganan la vida entre andamios y sacos de cemento.

Lejos de los años de la gran crisis, que le obligó a mudarse temporalmente al campo, Juan no teme ahora por perder el empleo. Si hay algo que buscan las empresas es mano de obra. Y, a ser posible, cualificada.

Y cualificación Juan tiene para un rato. No tanto por su formación académica como por la sabiduría adquirida con el paso de los años y las enseñanzas recibidas de todos los albañiles y obreros de los que ha ido aprendiendo.

"He trabajado en bloques, carreteras, chalets… de todo un poco. Lo que pasa es que con los años el cuerpo ya no responde igual", reconoce.

Más allá de la cuestión económica, lo que ya empieza a pesarle es el desgaste acumulado. "Las rodillas, la espalda, los brazos... Acabas reventado. Con 50 años ya cuesta levantarse igual que antes, pero hay que seguir, porque esto es lo que sabemos hacer", explica.

En su testimonio, Juan ilustra lo que es bien sabido en el sector desde hace años. "Ahora cuesta encontrar gente joven que quiera entrar. Todos buscan trabajos cómodos, y esto no lo es".