Kotor es una localidad de unos 15.000 habitantes que es Patrimonio de la Humanidad porque es una de las maravillas de Montenegro y de los Balcanes, pero como cada lugar del mundo también tiene una parte oscura.
A pocos kilómetros de Kotor, que es una antigua fortaleza con puerto, es lo más parecido a los Fiordos noruegas, se encuentran Kavac y Skaljari. Otras dos pequeñas localidades montenegrinas que dan también nombre a dos clanes de narcotraficantes que han conquistado importantísimas rutas de cocaína de Sudamérica a Europa.
Hasta 2014 los miembros de estas dos organizaciones rendían cuentas a los mismos jefazos, pero en aquel año alguien se quiso pasar de listo y robó un alijo de cocaína del puerto de Valencia.
Desde entonces, se dividieron en dos mafias y van más de 70 muertos y al menos dos de esos fallecimientos se produjeron en la provincia de Málaga: el Jueves Santo de 2019 mataron a tiros en Mijas a Zijad Nurković y el 2 de junio de 2020 a Milos Perunicic, los dos cercanos al Clan Skaljari.
Estos dos grupos de narcotraficantes tienen una presencia en España bastante estable en Barcelona (donde recientemente han ajustado cuentas), la Costa del Sol y Canarias. Por eso han ocurrido asesinatos e incautaciones de droga relacionados con ellos.
Arrestado en Málaga el día de la Hispanidad
El pasado 12 de octubre, día de la Hispanidad, fue arrestado de nuevo en Málaga un miembro de estas organizaciones criminales. Como adelantó Narcodiario, el sujeto arrestado fue Krsto Maroš.
Para la justicia de Montenegro es un miembro de alto rango del clan Kavac, los archienemigos del Skaljari. Tenía una notificación roja y llevaba fugitivo desde que fue acusado por el asesinato de Nikola Stanišić en agosto de 2020 según Jelena Jovanovic de Vijesti. Y también se le implica de alguna manera con los asesinatos de Damir Hodžić, Adis Spahić y Milo Radulović.
A Stanišić le realizaron una lupara bianca, y 14 personas entre las que se incluye Maroš están acusadas de su asesinato. Era un miembro de los Skaljari, y nadie sabe dónde se encuentra su cuerpo desde el 1 de agosto de 2020.
La Fiscalía de Montenegro sostiene que lo secuestraron cerca de Kotor, lo torturaron, y luego desapareció para siempre en el Parque Nacional de Lovcen.
Fue asesinado por supuestamente participar en un atentado contra la vida de un Kavac, que resultó fatal para su destino. A Nikola Stanišić le pegaron un tiro en la cabeza mientras rezaba y luego su cuerpo lo disolvieron con algún producto químico.
Se sabe esto, gracias a las autoridades francesas. Nikola Stanišić aparte de ser montenegrino de nacimiento, contaba con la nacionalidad francesa gracias a su madre.
Ella denunció su desaparición, y permitió que las autoridades de Francia vincularan a Stanišić con su cuenta en SKY ECC, el servicio de encriptación en móviles que fue hackeado por ellos mismos que en su día y que permitió conocer muchísimos secretos del crimen organizado internacional.
La información que recopilaron la transfirieron a sus homólogos serbios y montenegrinos porque tras investigar sobre el paradero de Nikola, se percataron de que los Kavac y Skaljari, junto con sus aliados hablaban abiertamente por mensajes de decenas de asesinatos cometidos por ellos por sus pugnas por las mejores rutas de cocaína europeas.
La madre de Nikola Stanišić denunció porque seguramente se esperaba ya el final de su hijo, y no era la primera vez que lloraba la muerte violenta de un ser querido.
Era viuda desde el 27 de febrero de 1997, aquel día mataron a tiros a la salida del hotel Mogren en Budva (Montenegro) al padre de Nikola. Se trataba de Radolav Stanišić, un amigo íntimo de Željko Ražnatović “Arkan”. El capo del grupo paramilitar los Tigres de Arkan, y criminal de las guerras de las Balcanes.
El pasado domingo 12 de octubre, los pasajeros de un AVE con destino Málaga compartieron sin saberlo un viaje con la mujer de Krsto Maroš, uno de los supuestos asesinos del ahijado de Željko Ražnatović: Arkán.
