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Manuel Jiménez es abogado. Es uno de los miles de viajeros de los trenes de Alta Velocidad afectados por las últimas incidencias ocurridas en la red ferroviaria. Acompañado de sus tres hijos, lleva a bordo del tren que salió desde Madrid a las 19:35 horas casi 14 horas.

"Mi hija pequeña dice que no vuelve a coger un tren en su vida", relata Manuel justo en el momento en que empiezan a remolcar el tren con destino a Atocha.

La suya es la historia de una odisea en toda regla. La previsión inicial es que tras partir desde la estación Atocha, la circulación tendría que haber llegado a Málaga a las 22:26 horas de ayer lunes.

Sin embargo, se vio afectado de lleno por los problemas eléctricos que obligaron a suspender las circulaciones entre Yeles y La Sagra. "El tren se paró en La Sagra a las 20:30 de ayer", cuenta.

Desde ese momento, la eterna espera, teniendo que dormir en el interior de los vagones. "Hemos dormido en el tren con muchísimo calor, ha habido varios ataques de ansiedad, incluso a una señora se la han llevado en una UVI móvil", cuenta, describiendo la tensión vivida.

Jiménez señala que uno de los principales problemas ha sido "la desinformación y la falta de soluciones". Frente a estas faltas, el abogado malagueño pone en valor la labor de los efectivos de la Guardia Civil desplazados hasta la zona. "Se han portado muy bien, nos han traído agua y alimentos casi desde el principio", destaca.