El pasado viernes 7 de marzo sobre las 21:00 dos agentes de Policía Nacional se toparon en una intervención en Málaga con una de las bandas de ladrones de bancos más profesional de toda Europa.
Los hechos sucedieron en el número 16 de la Avenida Andalucía. Allí tiene una oficina el BBVA. En ella, el banco ofrece un servicio especial a sus clientes, pueden alquilarse cajas de seguridad donde guardar objetos de valor y dinero en efectivo. Todo lo recogido en ese espacio alquilado está en absoluta confidencialidad, algo que permite que haya personas que guarden millones de euros sin dar explicaciones a nadie. Existe al menos una banda de atracadores de bancos que opera de esta forma desde 2018 en Europa.
Todo empezó en una sucursal del banco Raiffeisen en Basilea (Suiza) en 2018, y siguió en las ciudades alemanas de Hannover y Buchholz en julio 2019, en Viena (Austria) en noviembre de 2020, en Bolonia (Italia) en febrero 2022, y en Lübeck (Alemania) a finales de 2024 y ahora le ha tocado el turno a Málaga.
Estos atracos tienen un punto en común: las cajas de seguridad de esas oficinas tienen un acceso privado para los clientes que las alquilan y pueden manipularlas en cualquier horario. La entrada está separada de la principal de la oficina en la que cualquier cliente accedería en horario comercial.
A estas cajas de seguridad es posible acceder los 365 días del año y las 24 horas del día, aunque la oficina esté cerrada. Es la clave del asunto. Por un lado, se ofrece flexibilidad de horario para el consumidor, porque puedes ir a las 3 de la mañana de un martes a guardar un Rólex allí dentro o depositar 4 millones de euros con menos miradas de las habituales. Pero, por otra parte, el sistema permite al crimen organizado explotar bastantes vulnerabilidades. Este tipo de robo requiere una planificación de meses y el banco que lo sufre en ningún momento se percata de las acciones preparatorias.
Ladrón con su tarjeta clonada en Austria en 2020
En el caso de la oficina de BBVA de Málaga, como en los demás robos citados, la alarma no saltó inmediatamente porque los ladrones acceden a la habitación donde se encuentran las cajas de seguridad con tarjetas clonadas de los clientes. Una vez allí dentro se les solicita un PIN haciendo que el sistema les entregue la caja de seguridad. Sólo deben forzar con mucha técnica la caja que se abre con una de las dos llaves que el banco le ofrece a sus clientes.
En la oficina de Málaga permanecieron más de una hora para robar 16 cajas de seguridad debido a que no pueden abrir más de una caja a la vez sin que el sistema interno avise al control central de que algo no va bien. Deben reiniciar el sistema y realizar paso a paso la apertura de la caja. Es decir, cerrar la caja de seguridad, salir de la habitación y volver a entrar introduciendo el PIN de un cliente diferente para la apertura de otra caja.
En diciembre en Lübeck (Alemania), donde se saquearon 326 cajas de seguridad de una oficina del Deutsche Bank, cuatro ladrones estuvieron allí más de 5 horas sin que saltara ninguna una alarma. En ese atraco las pérdidas de los clientes se estiman en más de 20 millones de euros. Eso es sólo una estimación policial porque sólo el cliente sabe qué se guarda allí.
Del robo del que se tiene más información sucedió en Austria. Las autoridades ofrecieron 100.000 euros por dar con el paradero de 6 hombres y una mujer que siguen ilocalizables. El 13 de noviembre de 2020 una banda de atracadores vació 68 cajas de seguridad de clientes de tres sucursales bancarias diferentes para llevarse de ahí más de 20 millones de euros: 29 cajas de una oficina del Bank Austria en Klosterneuburg, 31 de un Raiffeisenbank en Mödling y 8 cajas del Raiffeisen en Viena-Döbling.
Todo lo cometieron entre las 18:00 y las 23:14 de ese día, pero no era la primera vez que se acercaban a las oficinas. La policía austriaca tiene constancia de que desde agosto de 2020 hasta el 13 noviembre esta banda apareció unas 40 veces por las tres oficinas para realizar los preparativos del robo.
Comenzaron instalando sus lectores de tarjetas con el método skimming para clonar las tarjetas magnéticas que se les facilita a los clientes para entrar a la sala donde luego deben introducir el PIN. Por eso primero comprobaban que sus lectores funcionaban, instalaban el skimming un día, y al siguiente lo retiraban.
Imagen de los atracos a las sucursales de Austria en 2020
Clonaban la tarjeta magnética del cliente y luego regresaban a la oficina para testear que se abría la puerta privada que da acceso a las cajas de seguridad. Después de realizar en varias ocasiones lo mismo, instalaban una microcámara en el último habitáculo donde el cliente debe introducir un PIN que en esa ocasión era de 5 números. Para ello, limitaban la luz de un foco y colocaban la cámara de forma que apuntara hacia el lugar donde el cliente introduce el PIN. Reducir la luz de un foco les permitía tener una visual perfecta de qué números introducen los clientes, por eso no roban cajas de seguridad aleatorias. Son las de los clientes que han entrado a ese lugar en el periodo que instalan las cámaras, sólo así es posible de cometer este atraco sin que las alarmas salten. Para no ser reconocidos, los ladrones siempre iban con gorras, mascarillas, o abrigos largos.
En el caso de Hannover de 2019 y Bolonia en 2022 fue un cliente el que se percató que le habían robado cuando fue a echar mano de algún dinero en la caja de seguridad y se la encontró vacía. Los bancos ni se habían percatado del atraco que sucedió en días atrás. En el robo de Málaga algunos clientes han tenido la suerte de que un ladrón fue interceptado por los agentes de la Policía Nacional con cerca de un millón de euros en la mochila.
Para recuperar su dinero sólo podría ser posible con un seguro de responsabilidad extra firmado con otra compañía, ya que BBVA sólo cubre hasta 48.000 euros según indican en su web. En el caso de Austria de 2020 los bancos llegaron a acuerdos de indemnizaciones con los clientes que no se han querido hacer públicos. Hay personas que tenían lingotes de oro guardados en una sola caja valorados en más de 2 millones de euros. Ni de cerca recibirán una indemnización que se le acerque.
Es posible que la alerta del banco saltara de forma manual en Málaga porque los vigilantes de las cámaras de sus servicios centrales vieran a dos personas manipulando las cajas, o porque los ladrones cometieron algún error al forzar una de las cajas. Los Policías que recibieron el aviso se encontraron a los ladrones saliendo de la sucursal con mochilas, un moldavo.
El otro compinche pudo escapar con el botín que habían tomado anteriormente, porque ya se habían llevado una mochila con pertenencias. No es descartable que sean más personas las implicadas, tanto para la huida en un coche, como para preparar los sistemas informáticos de clonación, instalar cámaras, y el skimming. El atraco en Málaga es el único en el que se ha detenido a un miembro de esta banda que está cometiendo estos robos en bancos con este método concreto, y abre la puerta para más policías europeas que aún buscan certezas.