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La agricultura de Málaga lleva varios años luchando contra corriente para poder sacar adelante sus cultivos, pese a la sequía que lleva azotando a toda la provincia un lustro. Las lluvias de los últimos meses han sido como agua de mayo para los malagueños que ahora aseguran que “el campo está muy bonito, pero la previsión para el verano vuelve a ser mala”. 

La situación es totalmente diferente al panorama en el que se encontraba la comarca hace un año. El sistema Guadalhorce-Limonero, que es el que aporta agua a esta zona, ha salido de la situación de escasez grave de sequía y está ahora en escasez severa. 

En cuanto a sus cuatro embalses, las reservas ascienden hasta los 82 hectómetros, 17 más que a principios de febrero de 2024. De todos, el que más agua contiene es el de Guadalteba con 31,9 hectómetros y al 20,8% de su capacidad.

De cerca le sigue el Conde del Guadalhorce con 27,1 hectómetros y al 40,8%.Por otro lado, en el del Guadalhorce hay 16,2 hectómetros, por lo que está al 12,9% y en el Limonero quedan 6,8 hectómetros, situándose al 30,6%. 

De esta manera, las lluvias han aliviado la situación y brindado al campo el respiro que tanto necesitaba. Sin embargo, aunque los embalses han recuperado parte de sus reservas y la tierra está regada, la incertidumbre vuelve a imponerse entre los agricultores al pensar en el próximo verano.

“Gracias a las lluvias de invierno, el campo está muy bonito y nos estamos manteniendo, pero la previsión para el verano vuelve a ser mala”, aseguran fuentes de la Asociación Provincia de Regantes de Málaga (Aprema) consultadas por EL ESPAÑOL de Málaga. 

La última información conocida es que cabe la posibilidad de que les proporcionen un riego de emergencia de seis hectómetros cúbicos de agua para usar a partir de junio. Eso sí, dependiendo de la situación hídrica. 

En este sentido, fuentes consultadas por este periódico el pasado mes de diciembre aseguraron que sería en el próximo Comité de Sequía, donde se iba a abordar la dotación de agua que se destinará al uso agrícola.

A día de hoy, dichas fuentes han confirmado que todavía está pendiente la celebración de una nueva Comisión de la Sequía. En ella se revisarán o actualizarán las dotaciones para el abastecimiento y se abordará el tema del riego agricola para la campaña de verano.

Cabe recordar que los pantanos están al 27,7% de su capacidad con 169,4 hectómetros. 

En este punto, los agricultores hacen hincapié en que necesitan saber cuál es la dotación con la que contarán para el próximo verano para poder organizar los riegos y tener una estimación de lo que podrán cultivar en la próxima temporada estival. 

Estamos en febrero y no sabemos qué va a pasar. La agricultura necesita saber el agua que va a poder disponer este verano dada la situación en la que estamos”, señalan. Por ello esperan que el Comité de Sequía se reúna lo antes posible para que esta situación termine y puedan empezar a trabajar en la próxima temporada.

De igual forma, añaden que las últimas precipitaciones han sido un “refrescón” para todo el campo e inciden en que este invierno han tenido “un período de tranquilidad por las lluvias que han venido, pero el verano se plantea igual que otros veranos: mal para la agricultura”.