Varón, de 44 años y con un amplio y variado historial delictivo. Acumula delitos de homicidio en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas, amenazas de muerte a un particular y desobediencia, amenazas, resistencia y atentado a agentes de la autoridad y tenía en vigor una orden de búsqueda y detención por asesinato. Ahora la Policía Local de Málaga ha logrado darle caza, aunque no lo ha puesto demasiado sencillo.
El arresto se produjo el pasado 29 de julio en la barriada malagueña de Puerta Blanca sobre las cuatro y media de la tarde. Un ciudadano, a la altura de la avenida Gregorio Diego, solicitó ayuda a una unidad de la Policía Local que patrullaba en moto por la zona, a la altura de la calle Viña del Mar, explicándoles, bastante nervioso, que acababa de ver a un señor que sangraba por la nariz y portaba algo que podría ser una pistola bajo la camiseta en la puerta de un establecimiento.
Los agentes sospecharon que este hombre pudiese querer atracar a mano armada el local, por lo que, tras avisar al resto de unidades de servicio, fueron en su búsqueda. El individuo se encontraba sentado en una silla con actitud “vigilante”, según informan desde el cuerpo, mirando continuamente hacia su alrededor. Estos se organizaron para poder retenerle de manera sorpresiva, ante la posibilidad de que fuera armado, como les comentó el vecino.
Mientras trataban de inmovilizarlo contra la pared, el detenido se resistió con dureza, tratando de coger el supuesto arma que llevaba en la cintura. Gracias a otra unidad que se acercó a la zona para dar apoyo a los compañeros, consiguieron colocarlo contra la pared con los brazos en alto para cachearle. Allí comprobaron que el relato del vecino era cierto. En su ropa escondía una pistola de nueve milímetros, pero también un cuchillo. Según observaron los agentes, que inspeccionaron el arma con detalle, el cargador estaba alojado Aen su ubicación y alimentado con once cartuchos. El arma se encontraba municionada con cartucho en recámara y seguro desactivado, preparada para su uso inmediato, teniendo además el número de serie manipulado.
En cuanto al cuchillo, que llevaba alojado en la parte trasera de la cintura, entre el pantalón, la prenda anudada y la camiseta que vestía, tenía una hoja de nueve centímetros y una longitud total de veintiuno. Además de las armas detalladas, los policías locales le intervinieron la chaqueta, un par de guantes negros, una gorra y unas llaves de vehículo.
Pero, por si esto fuera poco, los agentes descubrieron a posteriori que el individuo estaba buscado por asesinato. Al pasar los datos filiatorios del individuo a través de los servicios informáticos, los agentes comprobaron que le pesaba una búsqueda, detención y personación por asesinato, vigente desde el pasado 21 de julio. Esta misma orden rogaba a los agentes que extremasen las medidas de seguridad, tal y como hicieron los policías locales actuantes, por tratarse de una persona violenta que podía ir armada con arma blanca y/o de fuego, como ocurría en este caso.
Durante la detención, el individuo, que creía que el propietario del local había sido quien había dado aviso a la Policía Local, llegó a amenazarlo de muerte gravemente ignorando las llamadas de atención de los agentes para que depusiese su actitud amenazante y desafiante.
Antes de marcharse hacia dependencias policiales, los policías fueron requeridos por otro vecino de la zona, de 38 años, quien les manifestó que al ver al individuo por la calle sangrando por la nariz, se acercó a él para ayudarle. Sin mediar palabra, el individuo respondió golpeándole con los puños cerrados por varias zonas del cuerpo. Llegó a sacar un cuchillo e intentó clavárselo en el cuello, pudiendo, afortunadamente, la víctima esquivarlo, observando los agentes que presentaba varias contusiones y la zona roja.
Pero es que durante el traslado policial, el arrestado no paró de acometer contra los agentes. Les escupía y trataba de propinarles cabezazos y patadas. Además, les insultaba y les amenazaba gravemente, llegando incluso a autolesionarse a golpes contra la mampara que separa al detenido con los agentes y otros habitáculos del vehículo policial. Finalmente, fue puesto a disposición judicial.