Las imágenes actuales del pantano de la Viñuela más se parecen al Desierto de Tabernas que a un pantano como tal. Algunos brotes de color verdoso nacen de las grietas, las embarcaciones acumulan polvo y ni rastro del agua, solo un pequeño charco atestigua que allí, en algún momento, predominó el color azul sobre el marrón del terreno. Este pantano malagueño es el segundo de Andalucía con menor capacidad, solo está al 9,96% de su total. Solo le supera el de Benimar, en Almería, con un 9,90%.

Sus reservas de agua son de 16,37 hectómetros cúbicos, lo que indica que el total de agua almacenada en el pantano es menos de la mitad que la de hace justo un año, cuando esta llegaba a alcanzar los 27,66 hectómetros, según los datos actualizados por la red Hidrosur.

La Viñuela. EFE

En este sentido, el panorama no es mucho más esperanzador si nos asomamos a los datos del resto de embalses de la provincia. El que peores datos registra tras la Viñuela es el embalse Conde del Guadalhorce, al 28,34% de su capacidad. Por orden, tras él va el de Guadalhorce, al 33,04%; el del Limonero, al 34,33%; el de Casasola, al 37,15%; el de Guadalteba, al 49,90% y, por último, el de la Concepción, que alcanza aún, afortunadamente, el 76,59% de su capacidad total.

La realidad es que es desolador observar el total de capacidad actual de todos ellos. Este 29 de abril los pantanos y embalses malagueños registran una capacidad total de 611,48 hectómetros cúbicos, es decir, de media, los embalses malagueños están al 34,84%, bastante menos de la mitad.

La Viñuela. EFE

Estos datos denotan que la falta de lluvias está causando estragos en Málaga. El director del Centro Meteorológico de Málaga admitía a EL ESPAÑOL de Málaga hace unos días que la provincia lleva un periodo de cuatro años significativamente por debajo de la media de lluvias.

Así, reconocía que si bien ha habido otros periodos semejantes a este, como el ocurrido entre 1992 y 1995, en esta ocasión la sensación es de empeoramiento porque en los primeros meses del año la presencia de precipitaciones es casi nula. Cabe recordar que entre enero y marzo han caído de media en la provincia unos 51 mm y en abril, prácticamente, no ha llovido nada.

Un brote del terreno. EFE

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