Despedir el mes de agosto implica, inevitablemente, visualizar los retos a los que hacer frente con la llegada del nuevo curso. Esta mentalidad no solo es aplicable al ámbito académico o educativo, sino que la ciudad también tiene que planificar cuáles son los objetivos que quedan por conseguir. Entre ellos, la culminación de proyectos urbanísticos claves para la capital.

La guerra de Ucrania, el encarecimiento de los combustibles, plazos administrativos o las propias fiestas locales son algunos de los motivos que han provocado la demora en la ejecución de proyectos que, en mayor o menor medida, han marcado la agenda del Ayuntamiento.

Torres Repsol

El pasado 23 de junio, la subasta de las tres torres de Málaga en los antiguos suelos de Repsol quedó paralizada. La decisión, comunicada por la mesa de contratación, vino motivada por el recurso judicial presentado por parte del colectivo Bosque Urbano, en contra de dicha operación.

La puesta en conocimiento de las valoraciones técnicas y de las ofertas económicas ya había sido retrasada semanas atrás ante los reparos de la Intervención municipal. En ese caso, porque consideraba que faltaban aspectos a justificar en las propuestas de las empresas.

¿En qué situación se encuentra este proceso ahora mismo? Pese a que no hay novedades en el frente, la necesidad de avanzar en uno u otro camino se presenta como una prioridad. 

En este sentido, el concejal de Urbanismo, Raúl López, se muestra optimista ante el porvenir más inmediato que plantea el proyecto Repsol: “Espero que se pueda resolver en septiembre”, aseguró durante la presentación del nuevo centro ciudadano de El Limonar.

Sin embargo, detalla que hasta el momento no hay avances nuevos respecto a las medidas cautelares solicitadas por la plataforma Bosque Urbano. El hecho de que agosto sea un mes inhábil en la administración judicial ha impedido que se haya adoptado todavía una decisión.

Aun así, añade, están analizando la documentación presentada por los licitadores, trabajando en paralelo hasta que los tribunales se pronuncien: “Estoy convencido de que a lo largo de septiembre avanzaremos en este tema”, subraya el edil.

Una de las cuestiones que esgrime es que la denuncia presentada por la plataforma va dirigida al Plan General aprobado en 2012: “Y lo denuncian ahora, cuando hemos dicho de vender ese espacio”, destaca. 

Sobre estas parcelas se proyectan, entre otras, tres edificaciones de 28, 30 y 32 alturas, pujando por los aprovechamientos Urbania, Acciona, el fondo suizo Stoneweg, Exxacon y Single Home.

Carretería

El pasado octubre comenzaron las obras de remodelación de calle Carretería: seis meses por delante y un cambio de imagen que ha ido acumulando retrasos hasta sumar otros cuatro meses a lo inicialmente previsto. 

La Tribuna de los Pobres fue el primer punto de caliente de todo este proceso. Tal y como adelantó este periódico el 1 de febrero, en este enclave se ubicaban los tubos que transportan aguas pluviales del colector histórico de Carretería-Álamos, procedentes del arroyo del Calvario y de calle de la Victoria. Para solucionarlo, hubo que construir un arquetón a 18 metros de profundidad para separar las aguas sucias y desviar las pluviales al Guadalmedina.

Pese a no estar culminada esta cuestión en Semana Santa, los operarios tuvieron que soterrar el espacio para asegurar el tránsito de las cofradías. La ejecución de esta intervención fue una carrera a contrarreloj, condicionada por la huelga de transportistas y el encarecimiento de costes y combustibles a raíz de la guerra de Ucrania. 

Actualmente, esta primera fase ya está culminada en su práctica totalidad, aunque siguen quedando algunas actuaciones menores como la instalación de las vallas de cristal al lado del ascensor, el espacio ajardinado junto al muro y el cerramiento con asfalto del sector más próximo a Cisneros. El retraso en la culminación de estos detalles se debe a la Feria, dejando constancia nuevamente de cómo las fiestas locales interfieren en el desarrollo de las obras.

La fase dos, que arrancará en los próximos días, comprende el tramo conformado entre Postigo de Arance hasta la entrada a la plaza San Francisco. Estos trabajos van a coincidir con la primera fase de calle Álamos por lo que se producirá una modificación del tráfico de la zona. 

Puente del CAC

Los problemas estructurales que presentaba el antiguo puente del CAC obligaron a su demolición a mediados de 2020. Hubo que esperar a noviembre de ese mismo año para que la Gerencia de Urbanismo activase el concurso mediante el que contratar los trabajos necesarios para la colocación de la nueva pasarela.

Desde entonces, la hoja de ruta planteada ha estado marcada por las dificultades sobre el terreno y el proceso de obtención de materiales. La constatación de que la cota resultante de altura de los estribos no era la prevista obligó a actualizar la estructurada planteada. La carestía de recursos tampoco ayudó en la agilización del proceso. 

Así, a principios de años, se marcó abril de 2022 como la fecha en la que esta intervención se convertiría en una realidad. Sin embargo, estos condicionantes obligaron a retrasar este momento a septiembre

En este sentido, Raúl López aclara que las previsiones iniciales, según detalló el constructor al Consistorio, pasaban por conocer la estructura en este mes de septiembre. El mes de agosto no ha jugado a favor del avance de las obras, por lo que “en los próximos días” está prevista una visita a la nave para ver cómo avanza el trabajo.

Del mismo modo, la coyuntura internacional vuelve a sumarse a los hándicap urbanísticos de la ciudad: el conflicto en Ucrania impidió que se incorporara el material necesario. La posibilidad de haber anulado el contrato por el atraso de los plazos hubiera implicado “sacarlo más caro”, algo que “va en contra” de los vecinos y de los malagueños: “Y es tiempo de demora”, añade el edil. 

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