La llegada de Barack Obama a Málaga ha centrado gran parte de la atención informativa de la semana. Este domingo aterrizó en la Costa del Sol para disfrutar de los días previos a su participación en el foro internacional de innovación y transformación digital Digital Enterprise Show 2022. Este evento tendrá lugar hoy martes en el Palacio de Ferias y Congresos; pero antes, no ha querido dejar pasar la oportunidad de disfrutar de la provincia y sus alrededores.

El expresidente estadounidense ha escogido el municipio de Casares como lugar de alojamiento durante su estancia en la ciudad andaluza. En declaraciones a EL ESPAÑOL de Málaga, el alcalde del municipio, José Carrasco, ha celebrado la llegada del americano a la ciudad: "Estamos muy contentos de que una persona de la categoría de Obama escoja nuestro término para pasar estos días", detalla.

En concreto, el líder americano se está hospedando en la Finca Cortesín, un complejo de lujo a medio camino entre Marbella y Sotogrande: "El hotel está muy cerca del mar y tiene un gran reconocimiento mundial gracias a sus infraestructuras", explica Carrasco.

Precisamente, este lugar será el epicentro del golf en septiembre de 2023. El campo de la Finca acogerá la celebración de la Solheim Cup, la versión femenina de la Ryder Cup que enfrenta a Europa contra Estados Unidos: "Es una oportunidad para abrir camino al visitante estadounidense; será un gran atractivo para que puedan verlo en vivo. Va a permitir que muchos golfistas quieran venir a aquí", expone el regidor. 

Además, añade que va a incentivar a los turistas americanos a conocer la cultura y la gastronomía del municipio, ampliando un target de viajeros que actualmente se concentra en países europeos.

Sobre si ha tenido la oportunidad de saludar a Barack Obama, Carrasco comenta que no, ya que el entorno del expresidente "es muy discreto": "Esta noticia ha sido el tema de conversación por la mañana (ayer). Todas las mañanas vamos a tomar café al bar Trifino, en la plaza del pueblo. El primer comentario del día ha sido ese: que haya elegido Casares va a venir muy bien para el año que viene", subraya. 

5 estrellas

Construido alrededor de dos patios principales de proporciones palaciegas, el hotel, de cinco estrellas, cuenta con 67 suites espaciosas, "llenas de luz y exquisitamente diseñadas" que van desde 50 a 200 metros cuadrados, y con techos de cuatro metros de altura, según cuentan desde la Finca Cortesín.

Además, tiene 23.000 m2 de "cuidados" jardines, un "lujoso spa que ofrece lo mejor en tratamientos tailandeses", cuatro piscinas, pistas de tenis y pádel, un "espectacular" club de playa de 6.000 m2 y numerosas opciones gastronómicas. Todo ello, integrado en un entorno sereno, elegante y refinado.

Justo para hoy, el precio de alquiler de suit roza los 7.000 euros, aunque para las próximas semanas, el coste por noche ronda los 1.500 euros. 

Hándicap 13

Pero Casares no ha sido el único punto andaluz que el expresidente demócrata ha visitado. Este lunes estuvo practicando uno de sus deportes favoritos: el golf. Obama se desplazó hasta Valderrama, en Sotogrande, para jugar en los hoyos del que está considerado el mejor campo de España. 

Casa club del Valderrama Golf.

El complejo, situado en el municipio de San Roque (Cádiz) fue la sede de la Ryder Cup en 1997. Esta edición estuvo marcada por la victoria del equipo Europeo, capitaneado por Severiano Ballesteros y con Miguel Ángel Jiménez de vicecapitán. Además, en las filas del equipo hubo dos españoles: José María Olazábal y Nacho Garrido. Como hito, cabe señalar que ese año fue el debut de Tiger Woods dentro de la competición. 

Allí, Obama ha podido hacer gala de su hándicap 13 "honesto". En 2016, en conversación con el comentarista de Golf Channel David Faherty, el expresidente explicó que su desventaja era de 17 cuando llegó al cargo: "Creo que mis hierros son buenos, mi drive es recto, pero poco impresionante en longitud, y mi putt es decente. El chipping está bien, aunque mi juego de arena es terrible", detalló entonces.

Jugar en el mejor campo de golf de España no está al alcance de cualquier. El precio del green fee es de 450 euros para visitantes, aunque los profesionales del PGA pueden practicar por la mitad, 250 euros. El caddy, obligatorio en el club, supone un gasto adicional de 60 euros, que es lo que vale también alquilar el buggy. Si se opta por el trolley eléctrico, el desembolso será solo de 25 euros. Eso sí, el carrito de mano y las bolas de práctica no tienen gasto alguno, selañado en la lista como cortesía.

Aunque seguramente estas tarifas no le supongan ningún impedimento al hawaiano. Según reportan numerosos medios, la gratificación que recibe por cada conferencia ronda los 400.000 euros, uno de los cachés más caros de todo el mapa de la política internacional.

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