Málaga

La Universidad de Málaga (UMA) da marcha atrás y levanta la obligatoriedad de seguir llevando la mascarilla en las aulas. La decisión ha sido adoptada por el rector, José Ángel Narváez, mediante una resolución emitida este jueves en la que, no obstante, se insiste a modo de recomendación en portar los tapabocas "en los espacios cerrados, especialmente en aquellos donde no se puedan mantener las medidas de ventilación adecuadas o la distancia interpersonal menor de 1,5 metros, así como en los eventos multitudinarios".

Este documento, se indica, será puesto en conocimiento de toda la comunidad educativa mediante su publicación en el Boletín Oficial de la Universidad de Málaga, en su versión electrónica, así como mediante el envío masivo de la misma por correo electrónico a las listas de distribución de personal docente e investigador, personal de administración y servicios y estudiantes.

Con este movimiento, quedan derogadas "todas las resoluciones administrativas dictadas por este Rectorado que contradigan lo dispuesto en la presente resolución". En el punto segundo del escrito oficial, se incide en la necesidad de mantener las medidas de ventilación, limpieza y desinfección adecuadas a las características e intensidad de uso de los centros de trabajo.

La rectificación de la UMA se produce a la vista del informe emitido este mismo jueves por el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de esta Universidad tras conocer en detalle el decreto del Ministerio de Sanidad, levantando la obligatoriedad de la mascarilla, y las recomendaciones de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). 

La decisión inicial de la Universidad malagueña de insistir en el uso de la mascarilla había provocado una reacción airada de una parte de la comunidad educativa. Pese a este malestar, la realidad es que la jornada previo a la decisión del Gobierno central una mayoría de los alumnos ha seguido portándola.

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