Málaga

José Alba, ingeniero de caminos de profesión, es una de las grandes referencias en la provincia de Málaga cuando se trata de hablar de infraestructuras. Desde hace décadas su nombre se vincula a buena parte de las transformaciones ejecutadas en este territorio. Y en la actualidad está ligado de manera indisimulada a dos operaciones esenciales para el futuro de Málaga capital y sus municipios limítrofes: el Plan Málaga Litoral y la vía perimetral

-Desde hace algunos años puede decirse que hay muchos focos de atención sobre la provincia de Málaga. ¿Diría que estamos en el mejor momento para ir adelante?

-Si duda, también es favorecido por la situación de otros lugares. Málaga ha venido haciendo bien sus deberes, es muy conocida en Europa, pero eso mismo nos debe invitar a pensar que hay escenarios por delante de enorme interés, con un enfoque estratégico diferente a lo que se ha hecho hasta ahora.

-Llevamos años en los que parece que el motor de las inversiones está parado.

-Sigue habiendo asignaturas pendientes en materia de infraestructuras. Algunas personas con responsabilidades políticas importantes dicen que Málaga tiene las mejores infraestructuras, pero eso no es cierto. Málaga se ha hecho mucho pero porque teníamos más retraso que otros y ahora resulta que hay otro factor, el crecimiento.

La provincia ha crecido en los últimos 20 años en 400.000 habitantes cosa que no ocurre en otras y eso hace que las necesidades se multipliquen. Si hace 20 años era la última en Andalucía en el ratio de camas por habitantes ahora lo es con más motivos; si era la 36 en España en dotación de autovías hoy es la 41. Si bien se han hecho bien las cosas, las nuevas necesidades hacen que tengamos carencias significativas.

"Málaga necesita es reconocerse así misma en su nuevo futuro, que es el de un conjunto territorial muy amplio, que no es sólo la Costa del Sol"

-Y pese a ello, atendiendo a las partidas recogidas por el Gobierno en los presupuestos para 2022, no parece que esas carencias se vayan a ver resueltas. 

-El 90% de la dotación es para algo que territorialmente está en la provincia, pero beneficia a poca población de la provincia. Eso no quita que lo planteado sea necesario. Pero a los 1,6 millones de habitantes…

-Lo que más se ha echado en falta, no sólo este año, es el tren litoral. Una partida testimonial. Ya dijo usted en 2009 que el Gobierno tenía que poner la carne en el asador en ese proyecto, pero estamos igual.

-La forma en que las poblaciones abordan sus demandas y necesidades es construyendo un discurso sólido desde abajo. La tradición centralista y de lo ocurrido en España en los últimos 40 años era que desde Madrid, o desde Sevilla, en algún caso, venían las inversiones y había que estar tirando de la chaqueta… Creo que es un modelo terminado. En el caso del tren litoral hay que construir un por qué y un para qué. No es hacer un tren por hacer unas vías y unas estaciones. Que en los Presupuestos Generales del Estado hubiese 500.000 euros en lugar de 82.000 no indica gran cosa.

-Lo que ocurre es que se han dejado pasar los años sin impulsar los estudios técnicos necesarios. Ahora se habla de los Next Generation. ¿Es una oportunidad perdida?

-No diría perdida, pero por ahora suspendida o en la nevera. Todo el mundo tiene puesta la atención en esos fondos, pero hay otro marco de fondos ordinarios de apoyo europeo que son más cuantiosos. ¿Después de que no tenemos nada del tren litoral vamos a querer que se empiecen las obras mañana por la tarde? Con una previsión razonable, a lo mejor se trata de invertir dos o tres años en estudiar ese por qué y para qué, analizar los modelos de financiación. A lo mejor la obra no se empieza hasta dentro de cuatro o cinco años. Yo firmaría eso ahora mismo. El escenario del tren litoral no es el de los Next Generation

Alba, en su despacho.

-La duda es si hay voluntad de avanzar en esos estudios de los que habla.

-Sobre eso diría que cuando un proyecto es de gran envergadura, y éste lo es, que puede necesitar entre 2.000 y 3.000 millones de euros, que sólo tiene sentido si se construye completo, necesita de un programa de inversión. Me consta de manera indirecta que se reconoce la importancia de esta iniciativa en personas del Gobierno actual. Pero lo que veo es que cuando los proyectos son demasiado grandes y el día a día tiene enredados a las autoridades… Esto necesita más programación, pensar a largo plazo.

-¿Es el proyecto más necesario para la provincia?

-Lo que Málaga necesita es reconocerse así misma en su nuevo futuro, que es el de un conjunto territorial muy amplio, que no es sólo la Costa del Sol. La provincia ya funciona unida, como una ciudad región. En ese escenario, no sólo el tren de Marbella, sino que se pueda enlazar a la red regional, para ir a Granada, a Sevilla y a Madrid.

"Reducir el Plan Málaga Litoral al famoso túnel no es darle un enfoque adecuado"

-Otro proyecto al que está vinculado es el Plan Litoral de Málaga.

-Lo que busca es potenciar no solo Málaga sino todas las poblaciones. Es una operación de alcance estratégico para la ciudad pero sobre todo para su papel en un conjunto más amplio, en el que hay censados 1,4 millones de habitantes. Se trata de prestar servicios a más de 2 millones de personas de manera continuada pero de manera global. Reducir el Plan Málaga Litoral al famoso túnel no es darle un enfoque adecuado.

-Usted ya desarrolló un primer esbozo del soterramiento del Paseo de los Curas. Sin embargo, ¿es ahora cuando más cerca está esta operación? 

-El Ayuntamiento nos contrató e hicimos un anteproyecto de túnel desde el Miramar hasta el inicio del Paseo de los Curas. Pero había otros estudios que se habían hecho en la Gerencia de Urbanismo, pero siempre como elemento orientado al servicio viario.

El planteamiento que ahora se hace es más global, con estrategia territorial y de ampliación del Centro. El Centro actual es el histórico, que ya lo era en el siglo XIX; la Málaga de hoy y la del siglo XIX no pueden tener el mismo Centro. La realidad es que La Malagueta e incluso hasta la estación María Zambrano tienen una lógica de centralidad que hay que reconocer.

-La vía perimetral es otra de las piezas en las que está implicado. De momento no parece que el Ministerio de Transportes la vea con buenos ojos.

-El tema de los coches es un tema muy en debate, muy cargado de componentes ideológicos, todos respetables, enturbiado por informaciones no tan científicas como las que se plantean. Pero las realidades son testarudas y éstas indican que donde más crece el tráfico a nivel estatal es en la zona este de Málaga. Ya estamos al nivel de 2019, más o menos. Entre 2015 y 2019 creció un 7,7%, casi cinco veces más que la media nacional.

Los datos manifiestan un dinamismo de Málaga que es anterior. La visión no es hacer una ronda a Málaga sino una vía que enlace y dé servicio a 16 municipios y a Málaga. El ministerio es consciente de los temas; esta solución como proyecto a financiar 100% con dinero público no la veo viable en muchos años, pero sí con las nuevas soluciones de financiación.

-Lo que entiendo es que es más fácil vender una actuación de transporte público que una carretera.

-En los tiempos actuales, sin duda. Como técnico me limito a analizar los datos y son los que son. Esto se arregla con cierta facilidad, como subir el litro de gasóleo a 5 euros, pero me temo que no hay ningún político que se atreva a eso.

"Tengo contactos con algunos fondos y me consta que están interesados en seguir invirtiendo en Málaga"

-¿Todos son proyectos atractivos para que vengan fondos de inversión?

-Por mi vida profesional, por experiencias en el extranjero, he entrado más en esta dinámica. Pero hay datos que lo avalan, como que las dos autopistas de peaje hayan sido compradas por grandes fondos de nivel mundial… Esos fondos han invertido más de 1.000 millones en comprar las autopistas. Esos no se equivocan. Tengo contactos con algunos fondos y me consta que están interesados en seguir invirtiendo en Málaga. Algunos dirán que el que tiene autopistas no estará interesado en el tren litoral, pero eso no es así. 

-De todas estas operaciones, la más cercana es el Plan Málaga Litoral. ¿Es apetecible?

-Es verdad que siempre se ha enfocado en los medios como un proyecto de 400 millones de inversión. Pero desde el primer momento se puede afirmar que como poco el 50% y quizás dos tercios se deben autofinanciar. Los intercambiadores en Madrid se financian, los aparcamientos subterráneos también. Alguien pone el dinero, pero luego lo recupera. El que los use lo pagará. Lo que queda por resolver es la parte del túnel y la reposición de los espacios peatonales, que son muy importantes.

-Son muchas calles Larios…

-Como diez calles Larios. Hablamos de unos 40 millones de euros. Pero para todo eso, el Ayuntamiento cuenta con el solar de la estación de autobuses, que es una pieza importante. Pero puede haber otras. Y debe haber fondos europeos. Cuando hace 14 o 15 años Gallardón puso en marcha los túneles en Madrid, el presupuesto era de más de 7.000 millones. Lo que representa para el Ayuntamiento el Plan Málaga Litoral, en función de población y factores de diferenciación con Madrid, es menos de la mitad de lo que Madrid Calle 30 supuso para el Ayuntamiento de Madrid.

"El aeropuerto es el principal patrimonio de futuro de Málaga; para esa ciudad región de la que hablamos, su existencia es el ser o no ser"

-¿En qué otra infraestructura pondría usted el acento?

-Me interesa reforzar la idea de que el aeropuerto es el termómetro de Málaga. Hay una aplicación que permite conocer todos los vuelos que hay en el mundo, dónde están, por dónde vienen… De vez en cuando la miro. ¿Puede creer que el de Málaga tiene más vuelos que el de Gatwick; como un 50% más que el de Niza, que tiene más o menos los mismos que el de Bruselas? Eso los malagueños no lo saben.

Es el principal patrimonio de futuro de Málaga, tener un aeropuerto con dos pistas. Para esa ciudad región de la que hablamos la existencia del aeropuerto es el ser o no ser del futuro; si no lo tuviéramos, todo lo que podamos hablar del desarrollo futuro se cae. ¿Y qué hay que hacer? A corto plazo nada, explotarlo bien. ¿A medio plazo? Necesitará la remodelación de las terminales a la vuelta de cuatro o cinco años si las cosas van como tienen que ir.

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