Afincado en la Costa del Sol y tratando de pasar desapercbido entre los extranjeros que habitan en el litoral de Málaga. Así se escondía Gerry Hutch de las autoridades por su vinculación con el mundo del crimen organizado.

De acuerdo con La Garda Siochana -policía irlandesa-, Hutch formaba parte de un clan familiar dedicado al mundo de la cruenta delincuencia, tanto en Irlanda como en la Costa del Sol: los Kinahan.

Sin embargo, tras una disputa interna se produce un deterioro y separación de poderes de esta banda organizada. Como resultado, surge otro grupo criminal dirigido por el mismo Gerry Hutch. Se inicia, de esta manera, una feroz guerra entre clanes que lleva cerca de 20 fallecidos de ambos bandos entre Irlanda y España.

Responde al apodo de The Monk -El Monje- por su aspecto disciplinado y metódico a la hora de cometer los sangrientos actos de los que se le acusa. Entre ellos, la justicia irlandesa le culpa del crimen que supuso la cima de la escala de asesinatos que se declaró entre la familia Hutch y el clan Kinahan. El conflicto radica en el asesinato de su sobrino Gary en septiembre de 2015 en Mijas. Aún sigue impune.

Un grupo de hombres disfrazados de policías y portando chalecos antibalas y otro individuo vestido de mujer entran, en torno a las dos y media de la tarde, por la puerta principal del Hotel Regency, en Dublín. Van armados con fusiles de asalto. Tienen el objetivo muy claro. La bala que saldrá de una AK-47 que porta uno de los hombres con el rostro tapado irá directa hacia David Byrne. 

El asalto a este hotel se produjo en la sala donde se pesaban los púgiles, que al día siguiente iban a participar en una velada de boxeo. Asimismo, uno de los luchadores era Jamie Kavanagh, que se encontraba en la órbita deportiva de los Kinahan. Es hijo del difunto Gerard Hacha Kavanagh, también asesinado a tiros por un asesino que se dio a la fuga en un pub de Marbella.

La principal hipótesis con la que trabajan las autoridades en esta línea de la investigación es que los asaltantes del hotel buscaban a Daniel Kinahan, hijo y mano derecha del enemigo número uno de Gerry Hutch: Christopher Kinahan senior.

Personaje célebre

El ahora arrestado Gerry Hutch, de 58 años, es un personaje muy conocido en su país. Tiene un amplio historial delictivo a sus espaldas.Los medios irlandeses le dedican continuamente páginas y programas de televisión en los que destacan su precoz entrada en la delincuencia.

Su carrera como delincuente se intuía a la edad de 10 años. Junto a algunos jóvenes de su ciudad se dedicaba a saltar sobre los mostradores de los bancos, agarrar el dinero en efectivo que podía y correr.

También destaca su gran habilidad para no ser procesado judicialmente en robos históricos. Siempre fue uno de los principales sospechosos, de acuerdo con las autoridades.

Entre esta oleada de hurtos destaca el del atraco a mano armada que en 1995 supuso el mayor robo de efectivo cometido en el condado de Clonshaugh, en Irlanda. Los atracadores se llevaron tres millones de libras.

Hutch ha pasado más de cinco años fugado de las autoridades. Su detención ha supuesto un alivio para paliar la oleada de asesinatos entre clanes que se produjeron entre Irlanda y España. En su país de origen, de hecho, la noticia de su detención ha ocupado portadas de medios de comunicación.

Detenido en Fuengirola

Encerrado en una vivienda de Fuengirola y con un aspecto diferente al habitual. Así tratraba de esquivar Gerry Hutch a la Guardia Civil. Pero no ha podido. Tras más de seis meses de investigación se ha procedido a detener a uno de los criminales más buscados.

Cometió el error de salir de su casa, ubicada en la Plaza de la Constitución de Fuengirola. La Guardia Civil, a través de Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa (UCO), "había estrechado el cerco" y se encontraba en las proximidades del inmueble, según fuentes cercanas a la investigación.

Aquel día decidió acudir a un restaurante de la zona para cenar con una mujer. Pero él no sabía la "vigilancia secreta" que este instituto armado le había proporcionado. Lo tenían todo controlado. Hutch se mostraba incómodo. Camina. Se para. Acelera. Mira a los lados. Cambia de acera. Y vuelve a su casa.

Pero volvió a salir. Ahora si enfiló el camino que le llevaría hasta el establecimiento donde le estaría esperando una mujer, la misma que había acudido a su casa en diferentes ocasiones, según fuenets consultadas.

Llega y toma asiento. Procede a leer la carta del restaurante para decidir qué va a pedir de cenar. Pero sus manos rápidamente van a dejar de flotar en la libertad para estar entelazadas a través de unas esposas. Agentes del grupo de Acción Rápida de la Guardia Civil (GAR) lo acababan de sorprender cuando menos se lo esperaba.

Con esta detención se pone punto y final a más de seis meses de ardua investigación. Gerry Hutch, uno de los criminales más buscados del mundo y con más manchas de sangre a sus espaldas, había sido detenido en un restaurante de Fuengirola.

El detenido ha sido puesto a disposición del juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional. De acuerdo con fuentes de este instituto armado, Hutch ha ingresado en prisión a la espera de determinar si se acuerda su extradición, ya que en España no tiene causas pendientes.

La investigación

La Garda Siochana se puso en contacto con la Guardia Civil para explicar que Gerry Hutch podría encontrarse dentro del territorio nacional. Le consideran uno de los delincuentes más peligrosos de su país. "Metódico y disciplinado", le definen.

Las primeras investigaciones llevaron a los agentes hasta Lanzarote, donde El Monje tenía una vivienda en propiedad. Pero al llegar hasta esta residencia se percataron de que Hutch no estaba allí. Había comprado un billete de avión con destino Málaga.

Fuentes de la investigación confirman a este periódico que el ahora arrestado tenía que volver a la isla en el mes de abril. Pero nunca volvería. Ya había trascendió la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) que caía sobre él y decidió buscar refugio en la Costa del Sol.

La Guardia Civil, ante este nuevo giro de la investigación, optó por trabajar en otra línea: decidieron identificar su red de apoyo en la zona. Y así lo hicieron. Siguieron sus movimientos durante largas jornadas hasta dar con su paradero exacto, una vivienda situada en el centro de Fuengirola.

El Monje había dejado de usar tarjetas bancarias para evitar facilitar cualquier rastro a los investigadores. Pero los agentes observaron que la red que proporcionaba comida y todo lo necesario para la supervivivencia de Hutch se reunía en un inmueble de la Plaza de la Constitución de esta localidad.

Finalmente, tras varios días de vigilancia, el sospechoso salió de su casa. Fue entonces el momento pertinente en el que los agentes de la Guardia Civil procedieron a su detención en un restaurante de la zona. El Monje salía escoltado de este local ante la mirada del resto de clientes.

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