Málaga

Este miércoles ha sido el primero de catorce en los que las persianas de los negocios no esenciales están cerradas en Málaga. Así lo exige la incidencia de la Covid-19. Sin embargo, desde que el lunes el comité provincial de alerta sanitaria decretase el cese de la actividad comercial, la incidencia no ha hecho más que disminuir.

El comité, presidido por el delegado de Salud y Familias, Carlos Bautista, y compuesto por los directores de los distritos sanitarios, se reunió el lunes. El 1 de febrero Málaga capital marcaba una tasa de incidencia de 1.008 casos por cada 100.000 habitantes. El baremo marcado por la Junta de Andalucía estipula claramente que en el momento que se rebasen los 1.000 el municipio pasa a la fase 2 del nivel 4 de alerta. 

El martes 2 de febrero, se situaba en 994,9; este miércoles ha seguido en la senda de bajada: 986,6. Desde el anuncio del lunes, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, no ha dejado de echar números: "Si en la ciudad de Málaga se hubieran producido 7 contagios menos en cada uno de los últimos 14 días no hubiéramos llegado a 1.000 contagios acumulados".

La última semana de enero se vio en los datos de la ciudad lo que fuentes de la Junta de Andalucía denominan "una meseta con dientes de sierra; hoy bajas, pero mañana puedes volver a 1.000". Y así es, los datos para esta explicación gráfica son sencillos: el lunes 26 de enero Málaga alcanzó los 945 casos, el jueves 28 bajó a 891 y el primer día de febrero repuntó hasta superar el límite propuesto para el cierre

El comité de alertas toma las decisiones en función de los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. ¿Y si el comité se hubiera reunido el martes, con 998 casos, qué hubiera ocurrido? Fuentes de la Junta de Andalucía en Málaga confirman que en ese caso, Málaga no habría tenido que cerrar su actividad no esencial.

En ese sentido, De la Torre solicitó este martes a la Junta que alterara la norma establecida para propiciar una apertura del comercio no esencial en menos tiempo; el consejero de Presidencia de la Junta, Elías Bendodo, fue claro: "hay que hacer el esfuerzo de los 14 días".

Los hosteleros denuncian

Desde la patronal del sector hostelero en Málaga, Mahos, denuncian que este nuevo cierre puede ser letal. Javier Frutos, presidente de la asociación, ha exigido ayudas directas: "El cierre no se puede llevar a cabo sin compensaciones económicas que protejan a empresarios y

trabajadores ante un escenario de imposibilidad de trabajar".

De cualquier modo, los hosteleros malagueños afirman estar preparando acciones judiciales "para reparar el perjuicio económico y de imagen que sufren desde hace casi un año". Por otro lado, también proponen medidas para la reapertura y piden establecer un sistema de registro de clientes que permita hacer una trazabilidad, y también

como demostración de que la hostelería no es responsable de contagios.

Además, siguiendo la línea de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, desde Mahos se ofrecen como sector prioritario en la vacunación "por tener prácticamente al 100% de sus trabajadores de cara al público y por ser un motor económico imprescindible para salir de la crisis".

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