Uno de los grandes problemas que tiene España es la precariedad laboral. Y es que ni siquiera aquellos que tienen un empleo pueden vivir con una cierta comodidad, ya que los bajos salarios que hay en el país hacen que a muchos españoles no les alcance, a pesar de que el nivel de vida no es precisamente uno de los más altos de Europa. Esta es una situación aún más grave en ciudades como Madrid.
La capital de España es una de las pocas urbes cuyo ritmo de gasto sí se asemeja al de las grandes localidades continentales. Sin embargo, sus salarios no avanzan al ritmo que lo hacen los precios de la vivienda, el coste de llenar el carro de la compra o lo que tenemos que pagar por bebernos una cerveza en un bar. Ante esta situación, no es de extrañar que cada vez más madrileños hagan las maletas.
En el siglo XXI ya es una tendencia confirmada que cientos y miles de personas se marchen a países de Europa como Suiza, Irlanda o Noruega para buscar un trabajo mejor y, sobre todo, salarios más altos. Y es que en muchos rincones del 'Viejo Continente' podemos cobrar mucho más por menos horas de empleo.
Además, hay sectores en los que estas diferencias son especialmente agresivas. Uno de ellos es el sector educativo. Por ello, cada vez más profesores que ejercían en Madrid deciden romper con todo y marcharse por Europa para buscar un futuro mejor. Uno de estos casos es el de Diego Mateos, quien a sus 24 años decidió poner rumbo a Alemania.
Este maestro de educación infantil que se encuentra dando sus primeros pasos en el mundo laboral no daba crédito porque en el país germánico podía cobrar un sueldo que en España ni soñaría por hacer un trabajo con el que aquí no recibía un solo euro. Por ello, no le quedó más remedio que ser valiente y dar el salto.
Profesores de infantil en Alemania
El caso de Diego Mateos que recogía El País es el de tantos y tantos españoles que decidieron hacer las maletas en busca de un futuro mejor. Un futuro que muchas veces es incierto, pero aún así más estable que el que tienen en su propio país. En su caso eligió Alemania, donde la nación le recibió de la mejor manera posible.
"Me da pena haberme ido porque me encanta mi país, pero sé que no puedo estar allí con los salarios que hay". Y es que en el caso de este educador infantil, la comparación es sangrante. Su cometido es dar clase a menores de 0 a 3 años. Y aunque comenzó su aventura en España, pronto se dio cuenta de que su futuro no estaba aquí.
Por ello, hace un año decidió hacer las maletas y marcharse a Alemania. En Madrid se encontraba de prácticas teniendo a 28 niños a su cargo con la única ayuda de una compañera. Y por esta labor no se embolsaba ni un solo euro. Sin embargo, la situación que se encontró en el país germánico le ha cambiado de vida.
El resultado de su salto ha sido menos trabajo y mucho más remunerado. O remunerado directamente, ya que en España no cobraba ni un solo euro por sus prácticas. Ahora tiene solo a 10 niños en su clase y recibe la ayuda de dos educadoras. Y por este empleo está recibiendo unos 2.500 euros al mes netos.
Un salario que no es alto para tratarse de un país como Alemania, donde el sueldo medio se sitúa en torno a los 4.200 euros mensuales. Sin embargo, es mucho más de lo que se podría esperar en España. Son estas condiciones las que empujan a profesores como Diego, especialmente aquellos que no han conseguido sacarse las oposiciones, a emigrar en busca de un futuro mejor. O de un futuro, simplemente.
Su situación, como la de otros muchos españoles, mejoró gracias a Helmeca, una empresa alemana que se dedica a la selección de personal educativo en el país. Y aunque para ser contratado se exige nivel B2 en el idioma nativo del estado germano, la propia empresa se encarga de ofrecer una formación para alcanzarlo en un plazo de alrededor de seis meses.
Por ello, desde el año 2012, ya han conseguido enviar a más de 1.000 educadores españoles a ciudades como Múnich y Fráncfort. Y según datos de esta compañía, en los próximos cinco años el sistema alemán de educación infantil necesitará cubrir más de 300.000 puestos de trabajo.
