Si normalmente Chamartín ya es una de las estaciones ferroviarias con gran tránsito y afluencia de personas, la mañana de este jueves se ha duplicado. Furgones de policía, trabajadores de Renfe corriendo de un lugar a otro y numerosos grupos de personas sentadas en el suelo esperando sus trenes que debían de haber salido hace dos días.
Y no es una exageración. Los incendios que sufre la provincia de Orense han provocado que se suspendiera la circulación de los trenes entre Madrid y Galicia desde el pasado martes. Por lo tanto, a esos viajeros que no pudieron coger su tren, a pesar de tener billete, se les han ido sumando los del miércoles y los del jueves.
"Nos hemos levantado esta mañana a las seis y media para ver si se había restablecido. Parecía que no, así que nos quedamos haciendo tiempo en casa, sobre todo, por el niño", explica Clara, madre de un bebé de poco más de un año que se entretiene al lado suyo con unas coloridas piezas de construcción.
Finalmente, llegaron a la estación, en busca de una información que no llegaba, a las 8 y media; hora a la que tendrían que haber estado montando en un tren con destino Santiago de Compostela que todavía parecía no tener previsión de salir dos horas después.
Y es que, por megafonía, hacia las diez y media empiezan a anunciar el restablecimiento de la circulación y la colocación de algunos trenes en los andenes dispuestos para su salida hacia tierras gallegas. Tanto de los demorados desde las 14.00 horas del martes, hasta el de Clara.
Entre exclamaciones de "¡Por fin!" de personas acercándose hacia el número de vía señalado, se encuentran otros que no tienen tan claro que se vaya a solucionar tan pronto. Es el caso de Natalia, que se encuentra sentada en el suelo con su ordenador en el regazo.
Ha decidido teletrabajar desde la estación tras llegar desde Ciudad Real el miércoles a las cuatro de la tarde con la previsión de coger el último tren hacia La Coruña, el de las ocho de la noche, para pasar el puente.
Natalia y Sara, dos viajeras esperando su tren a Galicia en Chamartín debido a las incidencias por los incendios de Orense.
"Tengo la suerte de tener un piso en Madrid donde pude quedarme a dormir, porque estuve hasta las diez de la noche en Chamartín hasta que me dijo uno de seguridad que me fuera, ya que no nos llegaba ningún aviso de nada. Iba la información de boca en boca y no sabía qué hacer", explica Natalia.
Sara, una chica con el mismo destino y problema que ella a la cual conoció esa misma tarde, asiente coincidiendo en una misma queja ante la gestión de esta situación: la falta de comunicación de lo que está ocurriendo.
"Nos tenemos que informar por Twitter o preguntando aquí como podemos. No nos ha llegado ningún SMS ni correo electrónico. La única opción ha sido venir aquí a primera hora. Entiendo que haya problemas por los incendios, pero critico la mala gestión y organización", dice esta última, que describe las horas de la tarde del miércoles, cuando llegó de Alicante para hacer el trasbordo en Madrid, como "muy angustiosas".
"No tengo casa en Madrid y no sabía dónde quedarme a dormir. No me daban ninguna otra opción: ni autobuses ni nada. Al final conseguí que un amigo que vive aquí me dejara quedarme en su casa. Pero estaba sola y bastante asustada", comenta la joven.
Loli, Paula y Lara dirigiéndose a la vía donde han anunciado que saldría el tren a Galicia que llevan esperando desde el miércoles.
Por esa soledad ante una situación como la acontecida es que muchos se han juntado para hacerse compañía y ayudarse mutuamente. Es el caso de Paula, Lara y Loli junto con su hijo. Todos ellos, gallegos, volvían a casa para visitar a su familia durante el puente.
Paula, de unos 20 años, todavía iba este miércoles en el tren a Madrid desde Barcelona cuando la reunieron con un grupo de gente con billete también hacia Galicia en el vagón restaurante para explicarles que la circulación se encontraba interrumpida.
Como a muchos otros, como también fue el caso de Pilar, Jose o Javier, les acabaron diciendo a su llegada a la capital que les pondrían un hotel para pasar la noche y volver a la estación a primera hora de la mañana.
"En mi caso, viajaba con el descuento de Verano Joven, y me dijeron que no me entraba la habitación porque no tenía un billete con enlace. Ya que con esta oferta no cuentan como tal, aunque realmente lo sea", cuenta Paula. "Su solución fue que era muy joven y que podía dormir en el suelo".
Finalmente, acabó consiguiendo que le reservaran una plaza en el hotel, del que salieron a las seis de la mañana en un bus hacia la estación para seguir aguardando su esperado tren. "Como nos habíamos juntado unos cuantos, miramos otras como un coche de alquiler, ya que no quedaban buses ni BlaBlaCar. Pero los precios estaban en unos mil euros. Era inviable".
"Yo, por suerte, vivo en Madrid y cuando vi que no salía mi tren ayer me fui a casa. Hoy a primera hora, como un seto, he llegado para ver si me daban alguna solución", añade Lara. Explica que hoy se había pedido el día en el trabajo para alargar un poco el puente, el cual iba a usar para ir a ver a su familia. "Pero si van a tardar más, ya no me merece la pena ir".
"Los incendios son cosas que ocurren todos los años. Deberían de tenerlo previsto para organizarlo mejor", se queja Loli, que dice que en noviembre ya vivió un episodio parecido. Muchos otros coinciden en la crítica hacia la gestión del Gobierno, y en especial el ministro de Transportes, Óscar Puente.
"El Ministro se jacta de los incendios, pero es incapaz de gestionar sus consecuencias. Cientos de personas abandonadas sin información, pasando calor en la estación de Chamartín por trenes cancelados", denunciaba este miércoles una usuaria afectada en redes sociales.
Las últimas actualizaciones que ha aportado Renfe en su cuenta de X (antes Twitter) ha sido la circulación interrumpida entre Puebla de Sanabria y Orense. "Los trenes en trayecto serán apartados en estaciones hasta que se garantice la reanudación de la circulación. Continuaremos informando", publican.
