Cuando pensamos en el mercado de la vivienda y en la ciudad de Madrid, la primera conclusión que se nos viene a la cabeza son los altos precios que registra el sector. Tanto es así que cada vez más expertos señalan que hoy por hoy es imposible comprarse una casa, incluso teniendo dinero.
Sin embargo, Madrid ha registrado en los últimos tiempos el auge de otra nueva problemática. Se trata del aumento de casos de 'okupación' que ha proliferado en algunos barrios. Una situación que está generando miedo en muchos propietarios.
Este es el estado en el que tienen que vivir cada día muchas personas como Josefina, una ciudadana de Madrid de 86 años que sufre esta lacra en sus propias carnes. Y es que tiene 'okupas' en su casa, lo que le está provocando una intranquilidad que está afectando incluso a su salud.
Josefina es viuda y se está enfrentando a este problema casi en soledad. Su mayor 'delito' fue poner su piso en alquiler. Sin embargo, hasta ella llegó una inquilina que parecía ser fiable. A priori tenía un buen puesto de trabajo y una buena nómina. Nada hacía desconfiar.
Ambas partes comenzaron su relación en el año 2021. Una relación que desde el principio no fue sencilla. No obstante, Josefina en ningún momento podía pensar que todo iba a terminar tan mal. Después de casi dos años de batalla, ahora esta vecina de Madrid se encuentra desesperada.
El calvario de Josefina con su 'okupa'
Josefina Rodríguez vive una de las situaciones más complicadas de su vida. A sus 86 años, esta vecina de la ciudad de Madrid se encuentra en mitad de una importante crisis por culpa de un problema con el que lleva lidiando casi dos años.
Esta mujer decidió poner su vivienda en alquiler y en el año 2021 firmó un contrato con una joven que estaba interesada en su vivienda. Ella le presentó una nómina de 4.000 euros al mes, lo que suponía una garantía considerable para confiar en que esta persona no incurriría en impagos.
Sin embargo, tal y como la octogenaria ha narrado en Telemadrid, su relación ha sido tormentosa desde el inicio. Al principio, tardaba en pagar, pero terminaba haciéndolo. No obstante, desde hace casi dos años, decidió dejar de cumplir con su obligación para convertirse en 'okupa'.
Su estado de salud a raíz de este problema es preocupante, pero su situación económica también lo es, ya que tiene que hacer frente a los gastos de una vivienda en la que no puede residir con una pensión de apenas 800 euros.
"Estoy perdiendo la cabeza, me tiemblan las piernas, son unos sinvergüenzas". El caso que padece Josefina es uno de los más graves que se recuerdan, ya que incluso ha tenido que ir a juicio, pero sin hallar solución a su problema.
Cuando intentó echar a su 'inquiokupa', esta le denunció por acoso, lo que puso a Josefina frente a la justicia. Esta vecina de Madrid se ha visto obligada a hacer frente a gastos como la comunidad, el agua o la luz mientras acumula una deuda que supera ya los 18 meses: "Me deben 30.000 euros".
Y cuando el juez le dio la razón y ordenó el desalojo de esta persona, ella se declaró vulnerable para frenar el proceso. "Ella fue a Asuntos Sociales diciendo que no tiene nada y que no tiene dónde irse. Cuando, en realidad, tiene una propiedad en Segovia y su hija estudia en el extranjero".
Según la ley, los 'okupas' pueden seguir en la vivienda ya que la normativa impide el desahucio de personas en situación de vulnerabilidad. Por ello, ahora Josefina tiene que esperar un nuevo juicio con la única certeza de que si consigue recuperar su vivienda será después de años de lucha.