Coches con lunas rotas, maletas desaparecidas y caras en shock. Así termina el día para muchos de los visitantes del Zoo de Madrid que aparcan estos días en los parkings públicos de Casa de Campo.
Y es que en las últimas semanas, los robos han aumentado y los ladrones no se lo piensan. Actúan a plena luz del día y las familias que vienen a pasar un rato en los parques de la zona acaban sufriendo una auténtica pesadilla.
Esto es lo que le pasó a Lorena, una zaragozana que vino desde la capital maña a pasar unos días en Madrid en familia: "Ganas de llorar y rabia al mismo tiempo. Más la pena de ver la cara de mi hijo que le quitaron todas sus cosas de valor".
Robaron todo lo que había en su interior.
El coche de Lorena estaba cargado con todo lo que tenían: "Habíamos dejado el apartamento por la mañana, metimos las maletas en el maletero y decidimos aprovechar el último día de vacaciones para visitar el zoo".
Llegaron a las 11 de la mañana y al volver, sobre las cinco de la tarde, se encontraron con las ventanillas destrozadas. "Nos robaron prácticamente todo lo que había dentro", cuenta a Madrid Total.
Lo más llamativo es que el robo ocurrió a vista de todos, a pleno día y en un parking bastante amplio, desde el que se ve perfectamente la entrada al zoológico. "Pensé que era un sitio seguro, pero me equivoqué", confiesa Lorena con tristeza.
Además, señala la presencia de los llamados 'gorrillas', personas que se acercan a los coches a ofrecer supuesta vigilancia a cambio de dinero.
"Te dan un ticket que no es más que un papel, que no sirve de nada, y a cambio te ves en la obligación de darles dinero. ¿Están compinchados? Pues no lo sabemos, pero ellos se acercan a los coches cuando te estás bajando", explica.
El coche quedó completamente destrozado.
Lorena reconoce que había leído algunas opiniones sobre robos en la zona, pero como muchas personas, pensó que no le tocaría a ella. "Pues bingo. Ese día solo fue nuestro coche", relata.
Sin embargo, confiesa que lo más duro no fue pensar en el dinero perdido ni tener el coche roto, sino ver la tristeza de su hijo cuando "tuvimos que explicarle que también hay gente mala en el mundo", un momento horrible.
Tras el robo, la familia tuvo que esperar durante horas a que llegara la grúa. El zoo ya estaba cerrado y el parking completamente vacío. " Empezaron a aparecer dos coches y alguna persona a pie, nos sentimos acechados y bastante inseguros", relata mostrando su preocupación.
Además, cuenta que llamó tanto a la Policía Municipal como a la Nacional, pero nadie se presentó.
Hasta cinco días después no les llevaron el coche a Zaragoza.
Lorena entiende que el zoo no sea responsable de lo que ocurre en un parking público, pero reclama más medidas de seguridad por parte del Ayuntamiento. "Se sabe que esto pasa y lo están permitiendo", denuncia.
Una situación, cada vez más frecuente, que está arruinando las visitas a una de las zonas más familiares y turísticas de Madrid. Y es que ya son muchos los que piensan como Lorena, quien demuestra tenerlo claro: "Pocas ganas de volver".