Ha comenzado el buen tiempo y con ello, una de las pastelerías más tradicionales y famosas de Madrid comienza a incorporar en su carta nuevos sabores de temporada. Entre ellos, estos días, lanza una nueva versión de palmeras en tamaño mini, con diferentes opciones de hojaldre, chocolate y también con cobertura de pistacho, frambuesa y chocolate.
Se trata de la pastelería La Mallorquina. Fundada en 1894, abría en el número 8 de la Puerta del Sol, una ubicación privilegiada en el centro de la capital. Centenaria y de carácter familiar, la pastelería elabora cada día en su obrador más de 200 referencias de productos. Una amplia carta que mantiene la esencia de recetas clásicas y que evoluciona incorporando nuevas propuestas de la pastelería actual.
Durante estos años, ha apostado por mantener la tradición pastelera en Madrid e innovar, sin perder sus señas de identidad. Una manera propia de trabajar el dulce reconocido a lo largo de la historia por miembros del Gobierno, la Casa Real, artistas y escritores.
En la actualidad, La Mallorquina está dirigida por la tercera generación de las familias propietarias. La pastelería ofrece su gastronomía dulce en sus tiendas ubicadas en Puerta de Sol, 8; en el número 39 de Velázquez; en Glorieta de Quevedo, 2; en sus dos ubicaciones dentro del Centro Comercial Moraleja Green y en su página web.
Con un hojaldre crujiente, sigue la receta tradicional de sus masas, y para la cobertura han trabajado en diferentes sabores. Y a los más tradicionales como la clásica de hojaldre, el mix chocolate-hojaldre, ha incorporado sabores para los más gourmets como la frambuesa y el pistacho.
Mini palmera de La Mallorquina.
Según informan en un comunicado desde las pastelerías, las nuevas palmeritas ya están disponibles en las tiendas de Sol, Velázquez, Glorieta de Quevedo y Centro Comercial Moraleja Green. También pueden adquirirse en su tienda online y en Glovo.
Además, con la llegada de la Semana Santa en las próximas semanas, la centenaria pastelería ya ofrece los dulces más típicos de esta época: torrijas, bartolillos y pestiños, los sabores más tradicionales y demandados en estas fechas.
Y este año, como novedad, suman una variedad de torrija: con crema tostada, que se elabora a partir de la receta tradicional, y la finalizan con una cobertura de crema pastelera y una capa de azúcar tostado, que le aporta un sabor muy dulce.
Por un lado, el primer paso en las torrijas es la elaboración del pan –hecho expresamente para este dulce–, amasado y horneado cada día en su obrador. Se corta en rebanadas, pasa a un baño de leche aromatizada con canela, huevo batido y se fríe.
Como acabado, azúcar y canela en polvo. Así se elaboran cada día las torrijas de La Mallorquina, desde primera hora de la mañana en su obrador del centro de Madrid, dando como resultado un dulce que destaca por su sabor único y textura suave, fina y jugosa.