Madrid es una ciudad perfecta para muchas personas. Una de las capitales más importantes de Europa que poco a poco ha ido consolidándose como un destino deseado para nacionales e internacionales. Sin embargo, la masificación de la que hoy es víctima ha provocado que muchas personas hayan hecho las maletas para abandonarla.
Unos lo hacen por los elevados precios que tienen las viviendas que están disponibles tanto para alquiler como para compra. Sin embargo, otros lo hacen para buscar una tranquilidad que hoy es un imposible. Y es que con tanta gente y con tanto movimiento, Madrid te lleva a otro ritmo durante todo el día.
Por ello, cada vez más personas necesitan hacer un parón en su agenda para mantenerse al margen de esa vorágine. Algunos lo hacen cuando pueden, con esas escapadas de fin de semana que sirven para desconectar y oxigenar la cabeza, aunque sea solo por unas horas. Sin embargo, hay quienes les gusta repetir esto de manera más frecuente.
Es así como los municipios cercanos a la capital se han convertido en el lugar perfecto para tener una segunda vivienda. O incluso para que los más afortunados puedan decir adiós a los atascos y al estrés, marchándose allí a vivir de manera tranquila. Esto es lo que ha hecho, por ejemplo, el conocido actor Fernando Tejero.
El intérprete, conocido sobre todo por sus pasos por series tan icónicas como Aquí no hay quien viva o La que se avecina, se ha marchado a vivir a El Escorial, un municipio que se sitúa a menos de una hora de la capital y que cada vez capta a más famosos que buscan un lugar de descanso para desconectar de Madrid.
¿Cómo es la casa de Fernando Tejero?
Fernando Tejero se ha dado a la fuga. Al menos eso es lo que pueden pensar en el céntrico barrio de Ópera de Madrid, donde el actor vivía desde hacía un tiempo para disfrutar de la intensidad de Madrid desde dentro. Sin embargo, el intérprete se ha cansado de esa vida de ajetreo y ruido y ha dado un paso que ni él mismo imaginaba.
Quien fuera Emilio en Aquí no hay quien viva residía hasta ahora en la plaza de Isabel II, en pleno distrito Centro. Sin embargo, hace poco que se mudó a un punto más alejado de la región en una búsqueda activa de la tranquilidad y de la calma.
El actor, que ha elegido una vida mucho más tranquila a partir de ahora, se compró una casa en pleno centro. Sin embargo, su entorno se fue convirtiendo cada vez en algo más turístico hasta llegar incluso a agobiarle. De hecho, asegura que se cansó de vivir en una zona en la que "iba por la calle y no podía andar". Así lo ha explicado en el podcast Los hombres también lloran.
Al principio, la zona de Ópera no era tan turística. Pero poco a poco fue siendo víctima de la masificación madrileña hasta el punto de no poder bajar ni a pasear a su perro. "Me siento observado, uno no se termina nunca de acostumbrar a la fama". Por ello, tomó la decisión de huir del centro de la ciudad y poner rumbo a uno de los pueblos más bonitos de la región.
Ahora, Fernando hace su nueva vida en El Escorial, a 50 minutos de Madrid, algo que nunca hubiera imaginado. "Hace unos años ni lo hubiese pensado. Yo he sido muy urbanita, me gustaba mucho la gente". Sin embargo, todo cambió por completo. "Cuando bajo a Madrid digo, cómo he podido vivir yo aquí tantísimos años. El ruido ambiental me empezó a afectar a mi ruido mental".
Tejero ha cambiado todo ese bullicio y ese estrés por un chalé con vistas al bosque donde dice sentirse "como el abuelo de Heidi". Y para ello no ha elegido un entorno cualquiera, sino una zona de la región donde las casas llegan a superar los 3 y los 4 millones de euros de valor, sobre todo por el entorno natural.
Ahora, solo baja a Madrid por trabajo, aunque a veces no tiene ni que hacerlo ya que muchos platós de grabación se encuentran en Pozuelo y Boadilla. Y siempre que puede huye de los hoteles, pasando a alojarse en casas durante rodajes como el de la película de El Cautivo con el objetivo de tener una mayor sensación de hogar.
Su nuevo entorno es un pequeño municipio de apenas 17.000 habitantes donde tiene toda la tranquilidad que ahora mismo anhela y necesita. Sus vistas a la naturaleza y sentirse rodeado de impresionantes parajes verdes también ayudan a crear ese clima de hogar en plena Sierra de Guadarrama.
Nada más asomarse por sus ventanas divisa enormes masas de encinas, enebros, majuelos, madreselvas y esparragueras, así como fresnos, rosales silvestres y zarzamoras. Y solo con enfocar el norte recibe la influencia de las hiedras, los helechos y los endrinos.
El Escorial tiene todo lo que ahora mismo necesita, con una gran belleza repartida por sus calles y puntos de interés, pero también con Madrid a tiro, ya que en menos de una hora en coche podemos recorrer los 60 kilómetros que nos llevan hasta el centro de la capital. El lugar idílico que muchos eligen para una segunda vivienda y que el actor ha convertido en su cuartel general.
Además, en este bello municipio podemos disfrutar de rincones tan maravillosos como la iglesia de San Bernabé, el monasterio de Prestado, el antiguo poblado de La Fresneda, la Casita del Príncipe o la Ermita de la Virgen de la Herrería. Y por si esto fuera poco, El Escorial también es un pueblo con una gastronomía única.
Desde su cordero asado hasta su solomillo pasando por sus chuletones, su estofado de rabo o sus revueltos de setas. Pero también sus frutas de sartén, sus tradicionales pasteles y flanes y su ensalada de berujas.
