Madrid es una ciudad admirada desde muchos frentes. Sin embargo, su crecimiento exponencial en los últimos años ha provocado algunas descompensaciones importantes que generan problemas graves en muchas personas, sobre todo en su economía. El nivel de vida y su coste se han disparado y los salarios no llegan para poder hacer frente a esta situación.
Es una realidad consumada que la capital de España ha pasado de ser una ciudad asequible a casi todos los niveles a ser una de las localidades más caras de Europa. De hecho, para muchas personas, vivir en Madrid se ha convertido en algo prohibido. Casi en un privilegio. Una situación cuanto menos preocupante.
Y no solo por el alto precio de la vivienda, sino porque todo ha subido: el ocio, los transportes, la cesta de la compra... Tanto es así que muchas personas se han visto obligadas a abandonar la ciudad o incluso a buscar trabajos alternativos en su tiempo libre. A ver si con dos o incluso tres empleos pueden subsistir.
Ya que está claro que con un salario bajo, hoy por hoy es imposible. Eso es lo que ha experimentado una chica venezolana que reside en Madrid y que ha intentado sobrevivir en la capital no gastando más de 900 euros en un mes. Una tarea de absoluto riesgo y en la que ha intentado por todos los medios minimizar sus gastos. Algo casi imposible.
Con el paso de los días, esta joven ha ido subiendo a sus redes sociales el proceso, así como explicando en qué iba gastando el dinero. Y después de esos 30 días ha explicado sus impresiones y cómo lo ha pasado intentando vivir con solo 900 euros, lo que viene siendo su sueldo como dependienta.
¿Cuánto cuesta vivir en Madrid?
Alegría es una joven venezolana que reside en Madrid, una urbe que no le pertenece por raíces, pero que para ella "es la única que siente como su casa". Esta chica ha intentado llevar a cabo un reto que ha ido retransmitiendo en sus redes sociales: sobrevivir en una de las ciudades más caras de Europa con solo 900 euros.
Su situación es realmente complicada, pero no pierde la ilusión por la capital. De hecho, en estos momentos tiene "tres trabajos" para poder "sobrevivir". Aunque su mayor fuente de ingresos es su empleo como dependienta, por el cual recibe 900 euros al mes, con los que ha intentado vivir durante ese periodo de tiempo.
"Cobré mi nómina ayer. Esto es lo que tengo en mi cuenta, 900,55 euros, y aún me falta pagar el alquiler del piso, el teléfono...". Alegría hace cálculos y cree que después de pagar los gastos fijos tendría unos 300 euros de margen para comida y los pequeños caprichos de ocio que se pueda dar. Aunque tarda poco en comprobar que estos serán mínimos.
Además, cuenta con una ventaja que no todos tienen en Madrid: "Tengan en cuenta que yo no vivo en el centro de Madrid y por eso me sale tan económica la habitación". Poco a poco se ha ido dando cuenta de que ha tenido que reducir sus gastos hasta el punto de que no ha podido tomarse ni una Coca-Cola, algo casi obligatorio para ella.
Y es que ese es el nivel de permisividad que concede un salario tan bajo cercano a los 1.000 euros. "Yo siempre tomo Coca-Cola. Siempre. Y este mes toca agua. No sé si voy a llegar a acostumbrarme a esto, puede que caiga en la tentación y haga un gasto".
Según avanza el mes, Alegría va anotando todos sus gastos, tanto los que hace con la tarjeta como los que hace en efectivo. "Yo me traje la agenda donde anoté todos mis gastos del mes". Y realiza toda esta lista.
- Casa: 375 euros
- Agua: 26,25 euros
- Luz: 38,79 euros
- Gas: 26,25 euros
- Ocio: 140,42 euros
- Mercado: 105,98 euros
- iPhone: 76 euros
- Moda: 76,71 euros
- Uber: 35,32 euros
- Línea de móvil: 28,01 euros
- Transporte público: 10 euros
- Acnur: 2 euros
- Apps: 15,97 euros
No obstante, aunque vivir con 900 euros es casi imposible, lo cierto es que en la lista de gastos aparecen algunos que se podrían suprimir fácilmente porque no son necesarios. Y aún así, hasta este momento acumula 896,73 euros. Sin embargo, reconoce que esa cantidad fue lo acumulado solo "hasta el 20 de agosto".
Sin embargo, cuando se las prometía felices, se dio cuenta de que estos eran los gastos de la tarjeta y que en efectivo se había dejado otros 350 euros, perdiendo por completo su reto. Además, un imprevisto le hizo mandar dinero a su país, finalizando su cuenta con un gasto de 1.250 euros
Una cantidad que no es muy elevada, pero que evidencia que vivir en Madrid con sueldos tan bajos es absolutamente imposible. O al menos, requiere de aplicar hábitos casi de ermitaño.
