El Instituto de Salud Carlos III, a través del sistema de monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), ha dado cuenta del número de fallecidos por causas derivadas de las altas temperaturas en España. Una cifra que ha aumentado considerablemente respecto al 2024 y cuyo incremento se deja ver en Madrid.
Según dicho organismo, en los últimos dos meses, 130 personas han muerto en la Comunidad de Madrid por causas derivadas de las altas temperaturas, casi siete veces más que en el mismo periodo de 2024.
Esto significa que, al menos, dos madrileños han fallecido desde el 16 de mayo al 3 de julio por causas relacionadas con el calor extremo. Aunque en estudio no concreta cuáles de esas muertes fueron directamente vinculadas con las altas temperaturas o derivadas de una patología previa.
El exceso de mortalidad durante esos 58 días analizados es de 1.140 muertes, de las cuales las citadas 130 son las atribuibles a las temperaturas.
En el mismo periodo del año anterior, sin embargo, el exceso de mortalidad fue de 333 personas y, de ellas, sólo 19 defunciones estaban ligadas a las altas temperaturas.
Si se analiza las fechas reflejadas por el MoMo, se observa que desde el 16 de mayo al 13 de julio en Madrid hubo 76 activaciones del nivel rojo por calor extremo, mientras que en el mismo intervalo de 2024 no se produjo ninguna.
La tendencia de que las temperaturas aumenten se ha notado en toda España. La AEMET ha notificado durante el mes de julio una temperatura media de 23,6ºC, superando en 0.8ºC el anterior máximo histórico, registrado en junio de 2017.
¿Eso qué quiere decir? Que junio del 2025 ha sido el más caluroso de la historia. Excediendo en 3,5ºC la media del periodo climático comprendido entre 1991 y 2000.
Golpe de calor
De los 130 fallecimientos derivados del exceso de calor, el MoMo no refleja cuáles fueron por golpe de calor, pero es un dato que sí muestra a nivel nacional.
Concretamente, explica que desde que se activó el plan calor se han notificado 10 fallecimientos atribuibles a golpes de calor. Cinco de los casos son personas mayores de 65 años, cuatro de un rango de edad entre los 52 y los 62 y uno del que se desconocen los datos.
El informe, por el contrario, no muestra las comorbilidades o patologías que tenían estas personas.
El Instituto de Salud Carlos III no analiza el porqué del incremento de muertes derivadas del calor, aunque sí vuelve a mostrar una situación que afecta especialmente a mujeres mayores de 65 años.
En el análisis nacional, el perfil que ha sufrido estos episodios es de una persona mayor de 65 años (95,08%). El género era, aunque no por mucha diferencia, femenino. Con un 59,24% de los casos en féminas.
Aunque las cifras puedan parecer muy altas para Madrid, no es la región que más muertes ha registrado durante este periodo de tiempo. Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria son las que tienen una mortalidad atribuible a las olas de calor más alta.
Los investigadores del Carlos III relacionan este fenómeno con una menor adaptación estructural y social frente al calor extremo.