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La estación de Chamartín-Clara Campoamor da un paso decisivo en su transformación integral con la apertura del nuevo paso subterráneo, una infraestructura que marca un antes y un después en la movilidad ferroviaria de Madrid.​

Desde este miércoles, 15 de octubre de 2025, los viajeros pueden desplazarse de forma directa y accesible entre los servicios de Alta Velocidad, Cercanías y Metro gracias a un corredor cubierto que une por primera vez todos estos modos de transporte sin necesidad de rodeos ni salidas al exterior.​

Antes de esta obra, no existía un paso directo que permitiera a los viajeros cambiar de forma sencilla y cubierta entre estos servicios: los transbordos requerían desplazamientos por pasillos menos accesibles, cambios de nivel, o incluso salir al exterior para acceder al Metro desde los andenes de Alta Velocidad.

El nuevo paso inferior, prolongación del pasillo operativo inaugurado entre las vías 20 y 25 en noviembre pasado, tiene 177 metros de largo y 9 de ancho, bajo las 12 vías de alta velocidad, y cuenta con una superficie útil de 2.300 metros cuadrados.

Por su diseño, permite conectar directamente todos los andenes de Alta Velocidad con el vestíbulo subterráneo de Cercanías y Metro, facilitando el tránsito mediante ascensores, escaleras fijas y mecánicas y pantallas informativas.​

Accesos y salidas

Su trazado facilita una salida sencilla y rápida por cualquiera de los dos laterales de la estación: a la ya existente por el este, hacia la calle Hiedra y la bolsa de taxis, se suma una nueva salida hacia el oeste con acceso directo al vestíbulo subterráneo de Cercanías, la calle Agustín de Foxá y servicios de aparcamiento y alquiler de vehículos.​

En el extremo oeste se incorpora una pieza de conexión de 170 metros cuadrados, equipada con ascensor, escaleras y señalización digital, que concluye el paso inferior y articula el enlace con el vestíbulo subterráneo.​

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, visitó las nuevas instalaciones y afirmó que esta conexión “es clave para la intermodalidad ferroviaria en Madrid, permitiendo a los viajeros de alta velocidad bajar directamente desde su andén y salir de forma accesible por ambos laterales de la estación”.​

La inauguración del paso es una fase dentro del ambicioso proceso de modernización de Chamartín, que lleva más de tres años en marcha y se ejecuta sin interrumpir la circulación de trenes. El proyecto, con una inversión global de 540 millones de euros, contempla duplicar la capacidad de la estación, ampliar el edificio de viajeros hasta los 18.000 metros cuadrados y crear un gran pasillo longitudinal de 220 metros de largo por 18 de ancho con zonas comerciales y de espera.​

Bajo el nombre Chamartín Ecosistema Abierto, el plan persigue no solo modernizar la estación sino transformar el entorno urbano con criterios de sostenibilidad y mejora del espacio público.

La apertura del nuevo paso subterráneo es solo una etapa dentro de una remodelación integral que en los próximos años sumará ampliaciones, una terminal renovada, la reorganización de accesos y la futura conexión directa de alta velocidad con la estación de Atocha.