Tras años de reivindicaciones y promesas incumplidas, los más de 100.000 musulmanes que residen en la capital (320.000 en toda la Comunidad de Madrid) podrán enterrar a sus familiares según el rito islámico sin necesidad de salir de la ciudad.
El Ayuntamiento de Madrid, a través de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios, ha confirmado este miércoles que reservará una parcela de 15.000 metros cuadrados en el Cementerio Sur, ubicado en el distrito de Carabanchel, para este tipo de enterramientos.
Así lo ha anunciado Javier Ruiz, gerente de la empresa pública, en una comparecencia ante la Comisión municipal de Políticas Sociales. Según ha explicado, esta parcela cumplirá con todos los requisitos religiosos del islam, como la orientación de las tumbas hacia La Meca.
En la primera fase se construirán 150 sepulturas, aunque en función de la demanda podrán alcanzar las 1.150; mientras que, en la segunda fase, podrían llegar a ser hasta 2.350, ocupando toda la superficie prevista.
Según ha explicado el gerente, en un primer momento la parcela iba a ser de 10.000 metros cuadrados, pero al final se decidió ampliar el espacio.
La decisión supone un paso histórico para una comunidad que durante años ha denunciado la falta de espacios dignos para sus difuntos.
Aun así, no llegará de inmediato. Desde la Empresa Municipal de Servicios Funerarios insisten en que aún hay que hacer la fase de proyecto, anteproyecto y urbanización de la zona.
Uso de féretro
Uno de los principales escollos para sacar adelante este proyecto de cementerio municipal para musulmanes ha sido la forma de enterrar los cuerpos. En el rito islámico se depositan directamente sobre la tierra.
Al final, ambas partes (comunidad islámica y Administración pública) han llegado a un entendimiento en torno al uso del féretro. El propio Javier Ruiz ha reconocido que era "el principal escollo" y "condicionante", ya que los musulmanes, en su rito tradicional, no emplean ataúd. A juicio del gerente, esto es una muestra de que cuando "hay voluntad por ambas partes" se logra un entendimiento.
Tal y como publicó Madrid Total en abril de 2023, la situación era especialmente preocupante desde que el cementerio islámico de Griñón —el único de la región— anunció su inminente cierre por saturación. Algunas familias se veían obligadas a repatriar los cuerpos a los países de origen o a optar por enterramientos en otras comunidades autónomas.
Las organizaciones musulmanas madrileñas venían reclamando desde hace más de dos décadas una solución estable dentro del término municipal de Madrid.
Aunque hubo compromisos políticos en distintos mandatos, nunca se llegó a materializar una parcela urbana dedicada exclusivamente al rito islámico.
Cementerio de Griñón
Mientras tanto, el cementerio islámico de Griñón sigue siendo el único operativo en la región.
Para paliar su falta de espacio, el Ayuntamiento de esta localidad aprobó en 2023 un plan para derribar la mezquita anexa al recinto y así ampliar el número de sepulturas. Según la Comunidad Islámica de España, promotora del cementerio, esa medida permitiría habilitar entre 250 y 300 nuevas tumbas.
La decisión generó división entre los fieles. Algunos veían con buenos ojos la ampliación del camposanto, dado el colapso inminente de la instalación.
Otros, sin embargo, lamentaron la demolición del lugar de culto, construido en los años noventa con aportaciones de la propia comunidad, y denunciaron que no se ofrecieran alternativas para su reconstrucción.