Actualmente, lo más fascinante que está ocurriendo en los mercados es la lucha entre el bitcoin y los especuladores bajistas. Sobre todo contra las llamadas ballenas de bitcoin, empresas como Strategy, que son más fáciles de doblegar y donde más se puede ganar apostando a la baja.

En bolsa se gana apostando porque suba un activo o un valor, pero también porque baje. Lo primero se llama ponerse largo y lo segundo se llama ponerse corto.

Hasta ahora, bitcoin se había librado por ser un activo muy joven y con una tendencia alcista imbatible. Tampoco existían víctimas vulnerables relacionadas con el activo.

En bolsa se gana apostando porque suba un activo o un valor, pero también porque baje

Pero ahora bitcoin se ha hecho mayor y, claro, le han salido bajistas. Especialmente a las llamadas Bitcoin Treasury Companies o BTCs, empresas que se dedican exclusivamente a comprar bitcoin y que se han hecho muy grandes.

Estas huchas de bitcoin compran con su dinero, pero también con dinero prestado, para doblar o triplicar su exposición al bitcoin. En paralelo, realizan constantes ampliaciones de capital para tener todavía más recursos. Estas ampliaciones permiten comprar más, pero también diluyen el valor de la participación en la hucha.

En nuestra opinión, los bajistas se han fijado tanto en el apalancamiento de estas compañías como en la dilución que se produce en el valor por las ampliaciones de capital. Ambas cosas hacen vulnerables a estas empresas ante una caída del bitcoin.

Los bajistas atacan a las huchas vendiendo en corto sus acciones, lo que las obliga a vender bitcoin para hacer frente a los márgenes que les exigen bancos y fondos que les han prestado dinero. Y esto, a su vez, hace que baje el bitcoin.

Se crea el círculo vicioso bajista, ese que ha permitido por ejemplo ganar más de un 30% con la caída de Strategy

Y se crea el círculo vicioso bajista, ese que ha permitido por ejemplo ganar más de un 30% con la caída de Strategy desde los máximos del mes de julio.

La historia se repite. No la reciente, como el ataque de los bajistas a Grifols o a los bonos de los países del sur de Europa en la crisis del euro, también como la describe Emile Zola en su novela El dinero, donde asistimos a una situación parecida en la bolsa de París en el siglo XIX.

En aquel momento, los bajistas propagaban rumores en el parqué de la bolsa. Ahora son miles de bots que trolean en las redes al bitcoin. Por su parte, los alcistas lanzan los suyos, pero, en nuestra opinión, están cometiendo dos errores.

El primero es que salgan todos los grandes tenedores de bitcoin a la vez a decir lo mucho que va a subir. En nuestra modesta opinión, eso sólo consigue generar inquietud. Cuando un valor o un activo tienen fuerza alcista, no necesitan que nadie los defienda.

Son miles de bots que trolean en las redes al bitcoin

El segundo es que el argumento principal que eximen para que no se venda es la fe. La fe en el bitcoin. Y la fe no es el argumento más sólido que se puede utilizar en el sector financiero.

Veremos en qué acaba la guerra. La mejor forma de ver hasta dónde puede caer esta criptomoneda es seguir la evolución bursátil de Strategy. Porque, en nuestra opinión, es el objetivo principal de los bajistas.

Al igual que se ha utilizado como un proxy para comprar bitcoin triplicando la apuesta -gracias al apalancamiento de la empresa-, también se está utilizando para presionar al subyacente (el bitcoin) a la baja.

Tampoco viene mal verlo como lo veía Zola: como una batalla en la que hay dos ejércitos. Y aplicar el análisis técnico. En la medida en que se mantenga la tendencia bajista, el mercado nos está mostrando como pierde terreno el “ejército” alcista.

La mejor forma de ver hasta dónde puede caer esta criptomoneda es seguir la evolución bursátil de Strategy

Pero si se rompe la tendencia o se entra en un movimiento lateral, significaría que los bajistas se han reagrupado. Y de ahí en adelante.

Tampoco conviene olvidar que los bajistas actúan más como una guerrilla que como un ejército invasor. Una vez los operadores más potentes consideren que han conseguido sus objetivos, realizarán beneficios.

Los operadores bajistas no tienen problema en retirarse a tiempo, porque su operativa es ir encontrando víctimas, obtener lo más posible de su apuesta bajista y pasar luego rápidamente a otra víctima.

Esto es importante, porque en ese caso no estaríamos ante un posible desplome o crash del bitcoin, sino más bien ante una corrección apoyada por dichas apuestas bajistas y sus bots de compañía.

Aunque tampoco conviene olvidar que, si se generara un crash, los bajistas mantendría sus posiciones hasta ver la profundidad del mismo. Como hemos dicho, sigan la pista de las ballenas.

***Víctor Alvargonzález es socio fundador de la empresa de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance.