Como era de esperar, los medios sólo hablan de la parte política de las elecciones alemanas, obviando la importancia de las cosas del comer. Afortunadamente, no es el caso de los mercados. También hablan los medios de lo difícil que va a ser todo para el nuevo gobierno alemán, obviando que la debilidad del partido socialista es tal, que va a tener difícil imponer condiciones.
Si el partido socialista quiere hundirse definitivamente, sólo tiene que seguir presionando con las políticas económicas que se han aplicado a lo largo de los últimos 15 años, en las que ha tenido una participación muy activa. Eso probablemente suavice sus exigencias.
Pero es que, además, la CDU podría perfectamente apoyarse a su derecha en cuestiones económicas. Si se apoyaron para una proposición de ley relacionada con la inmigración, que es una cuestión mucho más delicada, les será mucho más fácil apoyarse en la AfD para cuestiones económicas.
La CDU podría perfectamente apoyarse a su derecha en cuestiones económicas
Y cualquiera que se lea el programa económico de la AfD (¿se lo habrá leído alguien?) verá que es muy parecido al de la CDU. Ambos buscan reducir la burocracia, apoyar al tejido empresarial, recortar impuestos y dinamizar la decadente economía alemana. Esto no significa que la CDU vaya a coaligarse con AfD, sino que la primera tiene una buena palanca para negociar con los partidos a su izquierda. Si saben usarla, claro.
No sabemos dónde nos llevará la obsesión por el rearme, una prioridad que manifiesta sin tapujos el nuevo líder de la derecha alemana. Pero sí sabemos que la economía de guerra también genera crecimiento.
Los medios dicen que va a ser difícil que ese rearme se lleve a cabo, pero, en nuestra opinión, eso es minusvalorar la fuerza de los intereses económicos que se mueven detrás de una operación de ese tamaño. Es un volumen de dinero que no se veía en Europa desde la pandemia.
Piensen por un momento lo que significa aumentar el gasto militar del 2% al 5% del PIB de la Unión Europea (UE). Piensen a continuación la de voluntades que se pueden “cambiar” con esa cantidad de dinero en juego. Y eso no es ser “conspiranoico”, es ser realista.
Merz puede poner mala cara a las negociaciones de Estados Unidos con Rusia para la paz en Ucrania, mientras, en paralelo, se beneficia del resultado
No sabemos si Europa necesita realmente ese rearme y si Rusia es la amenaza que se dice que es, pero sabemos que las probabilidades de que se produzca ese rearme -y ese inmenso negocio- son muy altas. Y cuál es el impacto económico que puede tener sobre la economía europea.
También se podría decir que este señor Merz es un hombre con suerte. Enfrentado incluso personalmente con Angela Merkel durante mucho tiempo, vuelve justo cuando ha quedado demostrado el error que ha sido la política económica de Merkel.
Pero, en mi opinión, su suerte se manifiesta sobre todo en el hecho de que llega en ese momento en el que un país o una empresa tocan fondo y hay mayor disposición por parte de la población o los accionistas a tomar medidas drásticas para salir del agujero.
Y, por si lo anterior fuera poca suerte, puede quedar bien y poner mala cara a las negociaciones de Estados Unidos con Rusia para la paz en Ucrania, mientras, en paralelo, se beneficia del resultado.
Uno de los principales problemas económicos de Alemania es el precio de la energía
Uno de los principales beneficiarios en la bajada del precio de las materias primas -y del descenso de la tensión geopolítica en la zona- es Alemania. Recordemos que uno de los principales problemas económicos de Alemania es el precio de la energía.
Recuerden lo que preguntaba Napoleón a la hora de elegir un general para dirigir una batalla: “Sí, sí, es bueno, pero, ¿es conocido por ser una persona con suerte”?
Desde luego Merz parece que la tiene. Otra cosa es que sepa aprovecharla. Y eso es, precisamente, lo que tendremos que vigilar como inversores: si la aprovecha o si será más de lo mismo.
***Víctor Alvargonzález es socio fundador de la empresa de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance.