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El regreso a la rutina trae consigo un escenario inédito para el mercado del alquiler: por primera vez en todas las comunidades autónomas se han superado los precios históricos durante este año. Es decir, se adentra en terra incognita, porque el sector asume que habrá nuevas subidas, aunque un año de arrendamiento ya cueste la mitad de un salario medio bruto anual.

Así lo recoge el último informe de Fotocasa, que actualiza los precios del metro cuadrado tras haberse encarecido éstos un 14% en los últimos doce meses.

Con ese último empujón, el metro cuadrado está ya en 14,38 euros al mes de media en nuestro país. Sigue tirando el portal del hilo: si las viviendas tienen en nuestro país una superficie media de 80 metros cuadrados, la mensualidad en el conjunto de España se sitúa ya en 1.150 euros. 

O sea, 13.800 euros anuales en alquiler. Una cifra alta en frío y con mayor envergadura en caliente, o sea, cuando se compara con otros indicadores que permiten ver cuánto supone esto para las economías personales, como por ejemplo los ingresos medios de un trabajador en nuestro país.

Un asalariado tendría que destinar al pago de este alquiler promedio el 50% de su sueldo anual. Es una conclusión que se obtiene al calcular la relación entre el precio de un alquiler con las cifras más recientes de estructura salarial del INE, que analizan la evolución de los salarios en 2023.

Si ya supone un fuerte esfuerzo alquilar con un sueldo bruto medio que asciende a 28.049,94 euros, comparar el precio del metro cuadrado con el salario más frecuente –modal– en España da una nueva referencia de hasta qué punto arrendar se ha convertido en una misión prácticamente imposible para buena parte de los ciudadanos.

Porque quien gane el sueldo más habitual, que ronda –en su nivel más alto– los 20.000 euros, tendría que desembolsar el 70% de sus ingresos brutos anuales para alquilar en solitario esa vivienda.

Sin olvidar un detalle fundamental: esos 1.150 euros al mes son ampliamente superados en las principales ciudades españolas; el esfuerzo sube también considerablemente.

Barcelona, donde más salario se va

El informe de Fotocasa, que subraya que "estamos asistiendo a uno de los momentos más críticos para el mercado del alquiler", recoge no sólo los nuevos máximos de precios en todas las comunidades autónomas.

También actualiza los datos de las capitales de provincia, lo que permite saber en qué ciudades el alquiler exige una mayor proporción del salario anual medio.

Barcelona lidera ese ranking. En la ciudad condal, un asalariado medio debería entregar el 75% de sus ingresos para alquilar un piso de 80 metros: allí cuestan de media 1.873 euros al mes (22.483 euros al año, frente al sueldo bruto de 29.978 euros anuales que perciben en esa región, según el INE).

Cruzando los datos de ingresos promedio por regiones de la citada encuesta del Instituto Nacional de Estadística y el precio del metro cuadrado actualizado por Fotocasa, en Madrid un año de alquiler requiere el 66,5% del sueldo medio.

Es casi el mismo porcentaje que se requiere en Palma (66,2%); en Valencia (62%) o Málaga (62,34%). En este último caso se observa que la capital de la Costa del Sol demanda más esfuerzo salarial que la capital autonómica; en Sevilla un año de alquiler equivale al 55% del salario medio anual andaluz (25.051 euros).

La presión es generalizada, enfatiza Fotocasa. "Por primera vez, los precios de todas las comunidades autónomas han alcanzado máximos históricos, y en algunas zonas superan en más de un 60% los niveles registrados durante la burbuja de 2007", señala María Matos, directora de Estudios y portavoz del portal.

No es la primera vez en la historia reciente. En 2022 también hubo valores no vistos anteriormente, y desde entonces se han ido sucediendo los récords en diferentes zonas. Ahora es generalizado en toda España, y se da por hecho que seguirá al alza.

Porque, recuerda Matos, mientras la oferta no aumente sustancialmente y la demanda siga alta –sobre todo entre jóvenes y familias con pocos recursos, insuficientes en todo caso para ahorrar la entrada de una vivienda en propiedad el precio seguirá escalando según la lógica de mercado. El desafío promete volverse más arduo.