Publicada

El aumento del uso de terapias para la pérdida de peso está teniendo un impacto en el número de cirugías bariátricas que se realizan. De hecho, este tipo de operaciones se han reducido hasta un 10% tras la irrupción de fármacos contra la obesidad como Ozempic o Wegovy.

En los últimos cuatro años, estos medicamentos han revolucionado el mercado de la obesidad por la rapidez con la que permiten perder peso. De hecho, su uso se ha disparado en este periodo. Según los datos proporcionados por la Sociedad Española de Obesidad (Seedo), desde 2021, ha crecido un 100% el número de personas que optan por estas terapias.

Esto, de alguna manera, ha repercutido en la reducción de las cirugías bariátricas. Sobre todo, en los pacientes con mucho riesgo y en aquellos con unos niveles bajos de obesidad que con estas terapias han logrado una pérdida de peso suficiente.

En Estados Unidos es donde más se ha notado esta bajada, "pero dicha disminución puede también extrapolarse a Europa donde está habiendo también una alta demanda de estos medicamentos", según explica Eduardo Mª Targarona, jefe del Servicio de Cirugía Bariátrica y Metabólica de la Clínica ServiDigest de Barcelona y miembro de la Seedo, a este medio.

En España, también se está observando esta tendencia a pesar de que estos fármacos no están financiados por el Sistema Nacional de Salud (SNS) y únicamente se puede acceder a ellos con receta.

Igualmente, como precisa Targarona, estos medicamentos sirven para reducir parcialmente o mejorar una cantidad de peso. "Pero no para solucionar patologías más graves como la obesidad mórbida, porque no son suficientes como para evitar la cirugía", aclara.

Con todo, según apunta el doctor, no se puede concluir que sea una alternativa absoluta, ni que vayan a desaparecer este tipo de operaciones.

Una persona haciendo uso de Ozempic. E.P

Además, estas inyecciones no provocan una pérdida de peso excesiva, por lo que muchos pacientes lo que hacen es combinar ambas prácticas.

Es decir, optan por terapias como Ozempic para hacer una pérdida efectiva antes de operarse o, incluso, lo usan para bajar de peso tras haberse sometido a la cirugía porque se pierde más fácilmente.

Combinación de ambas

En ocasiones, "cuando la cirugía no ha salido como lo esperado, se considera la administración de estos fármacos (para la obesidad) para controlar al menos mantener el efecto de la operación. Es decir, hay una cooperación entre la farmacología y la cirugía. Su uso es muy útil en las diferentes partes de una intervención quirúrgica, tanto antes, durante, como después", precisa.

Cabe recordar que la cirugía bariátrica se trata de una operación para tratar la obesidad en la que se modifica el aparato digestivo y se reduce la capacidad del estómago. Tras esto, las personas se sacian antes con menos comida.

Por su parte, el miembro de la Seedo incide en que esa reducción de cirugías se podrá acentuar en los próximos años. Todo esto en un mercado de tratamientos contra la obesidad que cada vez crece más debido a que se están desarrollando nuevos medicamentos que se administran por vía oral.

"Esto es una enfermedad superprevalente. Poco a poco, se están investigando más fórmulas para que estos medicamentos sean más eficaces y tengan menos efectos secundarios. Además, para que la obesidad se pueda tratar con medicación oral en lugar de una inyección. Por lo que sí, el impacto en las cirugías bariátricas será inevitable", termina Targarona.