Temor en la industria farmacéutica. Aunque los medicamentos todavía quedarán exentos de los aranceles del 15%, sí podrán aplicarse en un futuro, según ha explicado la Comisión Europea en un comunicado. Cuando decida Estados Unidos.
Desde Farmaindustria temen el impacto de esta medida. Fuentes de la patronal del medicamento innovador avisan de que "cualquier subida de aranceles tendrá un coste directo sobre los pacientes, los sistemas sanitarios y la industria farmacéutica en Europa".
"Estamos en conversaciones con Efpia y Phrma (las patronales farmacéuticas europea y americana, respectivamente) para tener más información sobre cuál es la afectación del acuerdo arancelario sobre los medicamentos, que aún no se ha publicado", añaden.
Con todo, "de confirmarse esta imposición de nuevos aranceles sobre los medicamentos, desincentivará la inversión en de un sector estratégico para las economías en las que está instalado".
"Los aranceles amenazan las cadenas globales de suministro, obstaculizan la I+D y perjudican a los pacientes de todo el mundo", añaden dichas fuentes.
En Farmaindustria consideran que "Europa, inmersa en una etapa de pérdida de competitividad frente a otras regiones del mundo (fundamentalmente, China y Estados Unidos), debe centrarse en mejorar su propio entorno operativo con cambios radicales en la regulación para promover una distribución global más justa de la I+D y una mayor inversión en medicamentos".
Aplicar aranceles a los productos farmacéuticos impactará directamente al principal intercambio comercial entre la UE y Estados Unidos. De hecho, EEUU sumó unos 213.000 millones de euros en importaciones de medicamentos el año pasado. De ellos, 117.000 millones se cobraron en Europa.
Cabe recordar que Donald Trump quiere dar una prioridad estratégica a la producción realizada en Estados Unidos.
Los productos farmacéuticos “son muy especiales” y el objetivo de su Administración es seguir trabajando para ampliar la industria farmacéutica norteamericana en el sector: “No podemos estar en una posición donde dependamos de otros países”.
Precisamente, varias multinacionales farmacéuticas han respondido a las amenazas arancelarias de Trump anunciando numerosas inversiones en Estados Unidos para aumentar su capacidad de producción allí.