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Los principales daños evitables que sufren los pacientes en los hospitales tienen un impacto clínico y económico. En concreto, estas complicaciones generan más de 11.300 nuevos ingresos en UCI anualmente y suponen un coste adicional de 425,4 millones de euros al año.

Estas son las principales conclusiones del informe Tecnología sanitaria para mejorar la seguridad y experiencia del paciente en el ámbito hospitalario, elaborado por Iqvia en colaboración con Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).

El análisis ha tenido en cuenta los daños más comunes, que son las infecciones respiratorias, sepsis, eventos adversos de las cirugías, tromboembolismo y la úlcera por presión.

Para las cuatro primeras es para las que se ha hecho el cálculo del coste extra que suponen, siendo las infecciones respiratorias las que más elevan el gasto al sistema sanitario. En concreto, suponen casi 260 millones de euros más.

Las sepsis evitables suponen un gasto adicional de 108 millones, mientras que los eventos adversos de las cirugías elevan el coste en 41 millones de euros. Por último, el tromboembolismo supone un gasto adicional de cerca de 16 millones al año.

El informe recoge, además, que en torno a un 10% de los pacientes sufre un evento adverso en atención hospitalaria. En el análisis económico, en los países de la OCDE en torno al 15% del gasto hospitalario se podría atribuir a fallos en la seguridad.

De acuerdo con los datos obtenidos del análisis, estos daños evitables suponen un incremento de las muertes intrahospitalarias en cerca de 6.000. Además, crece la presión hospitalaria con un aumento de la estancia de más de 1,1 millones de días al año.

"La mayoría de estos daños son potencialmente prevenibles, lo que enfatiza la necesidad de implementar estrategias preventivas robustas y basadas en evidencia", destaca el informe.

De hecho, "la inversión en tecnologías se compensa ampliamente por la reducción de las consecuencias adversas, mejorando la calidad de vida de los pacientes y optimizando los recursos del sistema de salud, con ahorros a largo plazo debido a la disminución de intervenciones clínicas adicionales, estancias hospitalarias y tasas de readmisión", concluye.